Salud: cuando un logro trae un gran reto
El pasado 20 de agosto, coincidiendo con el lanzamiento de la 19ava edición de la lista de medicamentos esenciales de la OMS, el Ministerio de Salud entregó a la nación la edición revisada al 2015 de su homólogo Cuadro Básico de Medicamentos Esenciales.
La acción ilustra cómo se suman las iniciativas para ese “poner la casa en orden” que motiva la gerencia institucional adoptada por el Ministerio.
La presentada es una edición que, por definición propia, amplía “el acceso a los medicamentos esenciales y otros productos y servicios básicos de salud”. Con ella, la República Dominicana se suma a esa valoración internacional que, desde la OMS, declara como “prioridad mundial” este tipo de instrumento y acciones tendentes a suplir los medicamentos esenciales que son de gran “importancia en la garantía y el ejercicio del derecho a la salud para todas y todos”.
El Cuadro Básico de Medicamentos esenciales es, en síntesis, la lista de fármacos imprescindibles que el gobierno se compromete a garantizar a la población de bajos ingresos. Y, en palabras de OMS, este tipo de instrumento “incluye los medicamentos estrictamente necesarios para un sistema básico de atención de salud e incluye los medicamentos más eficaces, seguros y con mejor relación coste?efectividad para problemas prioritarios de salud”.
Para suplirlos el Ministerio de Salud Pública posee una estructura que va desde lo normativo a las unidades operativas (suministro, distribución y control), cuya garantía de eficiencia y calidad es, además de lo esperado, el reto de todo sistema de salud.
Al instruir que sean esos y no otros los medicamentos básicos que recibirán gratuitamente los dominicanos, Salud Pública asume el reto de garantizar su disponibilidad oportuna y suficiente.
Es un bello reto y, más aún, si se asume para otorgar dignidad a los dominicanos más necesitados. Que los beneficiarios de las políticas públicas no puedan ser empequeñecidos por los servidores públicos y la burocracia.
Dignidad, en fin. Eso es que los beneficiarios no perciban en forma alguna que están siendo objeto de favores sino ejercitando un derecho al solicitarlos. Algo bien interiorizado emocional y conceptualmente en todo aquel que sirve al país sabiendo que “Nuestra ganancia es tu salud”, o imprime “dignidad y trato humano” al servicio.
Porque la salud es un derecho y, por tanto, exigible en todo momento. Una exigencia que, al plantearse, construye a los individuos y grupos en ciudadanos.
No bastan buenos esfuerzos oficiales y bien concebidas políticas públicas si la ciudadanía en cuyo beneficio se dirigen no vela por su cumplimiento, si no reclama su eficiencia, calidad y vigencia.
Con los 762 fármacos incluidos, de carácter genérico como corresponde (los no genéricos son compuestos patentados comercialmente), Salud Pública aporta un indicador significativo para discernir cómo asume su visión sobre la salud de los dominicanos y cómo se integra a las normas prescritas por los organismos internacionales del sector.
Esta actualización aporta función y responsabilidad directa al denominado Sistema Único de Gestión de Medicamentos e Insumos (SUGEMI), obviamente especializado, entre otros aspectos, en administrar la realidad de ese listado de medicamentos y, también, amplía la cobertura y existencia del Programa de Medicamentos Esenciales /Central de Apoyo Logístico o PROMESE/CAL.
Son las unidades llamadas a hacer práctica y transparente la administración, vigencia, eficiencia y disponibilidad de los fármacos de este catálogo que es, adicionalmente, una guía de lo que debe haber en cada “puntos de venta” de la Red de Farmacias del Pueblo, a donde la gente irá en su procura y donde se hará práctico o frustratorio el esfuerzo del Ministerio de Salud Pública y el deseo del gobierno de garantizar salud al pueblo.
Ese listado es el vademécum que regirá las prescripciones médicas hospitalarias.
Como vemos, al lograr configurar un listado clasificado por su utilidad ante diversas dolencias o patologías, el Ministerio de Salud Pública asume el reto de hacerlo realidad en el territorio nacional. Un importante y valioso auto desafío que persigue mejorar el rendimiento y calidad de los servicios de salud que en beneficio de los pobres el gobierno ofrece.
Toca a la ciudadanía constituirse en veedora y guardiana de que así ocurra.
Los usuarios de los hospitales y sus sectores representativos han de acompañar a las autoridades de salud en el logro de este objetivo tan perentorio, tendente a garantizar que no haya un nacional sin cobertura farmacológica esencial en lo largo y ancho del territorio.
Es el reto asumido: disponibilidad oportuna y suficiente, desde las Farmacias del Pueblo ubicadas en las barriadas del gran Santo Domingo a las que están allá, en el más remoto confín de la Isla.
Un logro-reto importantísimo. Más importante aún si funciona adecuadamente.