El desplome de las bolsas en el mundo
Cuando surgieron las Bolsa de valores, a finales del siglo XV, lograron su desarrollo en las ferias medievales de la Europa Occidental y por primera vez en el mundo se iniciaron las prácticas de las transacciones de valores mobiliarios, iniciativa que se le debe la familia de banqueros Van der Bursen en cuyo palacio se organizó un mercado de títulos valores, y por ende aparece el término de bolsa cuyo origen se concretizó en la ciudad de Brujas, Bélgica, pero estas instituciones lograron consolidarse con el surgimiento de las sociedades anónimas, puesto en evidencia cuando se impulsó la regulación económica, se expandieron todo tipos de negocios en el mundo, el cual fomentó el vinculo intimo entre el derecho y la economía hasta el día de hoy.
Como se sabe, en la bolsa de valores se realiza el intercambio de capitales o dinero, es decir es el mercado de valores, o más bien, es donde se encuentran los oferentes y los demandantes de capitales, espacio en el cual un grupo de personas buscan oportunidades de inversión, a cambio de beneficios futuros y, por el otro, encontramos a un grupo que tiene necesidades de recursos, para llevar a cabo procesos de inversión, los cuales debieran ser rentables ya que ambos actores procuran multiplicar su dinero. Es exactamente en esa dinámica donde se originan la especulación y los desplomes posteriores con impacto inimaginable para la economía y los mercados financieros, a lo que el emperador romano Tito Livio ya lo había bautizado como el lugar de la especulación financiera.
Desde entonces a la alteración, o distorsión, de la trayectoria de los precios en los mercados se les ha denominado especulación, y más reciente, economía de casino, por los grandes volúmenes de transacciones que se realizan en papeles en los mercados. Es en tal contexto que se entiende mejor como en los últimos 30 años, múltiples han sido las crisis financieras que han producido perturbaciones en los diferentes mercados financieros con impactos catastrófico en diversas economías, así como fruto de los problemas derivados de la deuda externa, de los desplome de las bolsas de valores, de las quiebras bancarias, las hiperinflaciones y volatilidad de los tipos de cambio en las economías.
Es exactamente en la especulación donde siempre se encuentra el detonante de la crisis económica ya que en la irresponsabilidad es que descansan los riesgos, fruto de una valoración incorrecta de los mismos, razón que explica el por qué estos se engendran en los mercados financieros. En particular, las bolsas de valores son el espacio perfecto donde estos se reproducen a una velocidad inimaginable, como resultado de que están íntimamente vinculadas a la dinámica de los ciclos económicos, al tiempo que el comportamiento psicológico de los inversionistas logra influenciar a los mercados, los cuales se expresan atreves de los índices bursátiles mundiales por su nivel de volatilidad inherente.
Es bajo ese enfoque que se interpretar el actual desplome de las bolsas mundiales cuyo epicentro son las bolsas de valores de china, la segunda economía del mundo, y que ha provocado el hundimiento de las bolsas asiáticas, europeas y EE. UU. En efecto, la bolsa de valores de china ha provocado un pánico en la economía mundial, fruto del desplome en los índices de Shanghai, Hang Seng y Shenzhen, cuyas pérdidas han oscilado entre un 8.7% y 11.3%, ascendente a US$ 5,2 billones tan solo el mes de agosto, equivalente un tercio del PIB Norteamericano.
Para que se tenga una idea de la magnitud de la crisis bursátil de china solo hay que interpretar las causales del colapso surgido. Desde finales del 2013 este país asiático tuvo un repunte en su PIB superior al de USA, lo que para el 2014 se colocó como la primera economía del mundo, situación que hizo que la bolsa de valores se convirtiera en un gran atractivo para la inversión en los mercados financieros, estimulado por el crecimiento en un 150% del precio de los títulos de valores, lo cual era insostenible, máxime cuando se ha reconocido una caída del sector industrial de un 50% y los efectos de la baja del precio del petróleo.
Las alzas en el precio de las acciones estimuló que más de 90 millones de medianos inversionistas nuevos colocaron su dinero a este mercado para comprar acciones sin percatarse que el boom de los precios respondían a un incremento de la demanda, por lo que una contracción de esta podría hacer caer los precios, como en efecto ocurrió en los últimos dos meses provocando que los tenedores de acciones salieran de la misma ya que las estas eran deudas colaterales, o garantías, provocando así un desplome. La conducta de los inversores financiero de china se debe a que se endeudaron en grandes sumas para invertir y para evitar pérdidas tomaron la decisión de cancelar sus inversiones para revocar sus pasivos ascendente a la fría suma de $5,9 billones de yuanes, al tiempo que este registraba una fuerte devaluación frente al dólar de USA. Y esto ha impactado de manera contundente en los diferentes mercados mundiales.
El autor es economista.