Los Clinton son eternos

Nueva York.- En 1978 Bill y Hillary Clinton ganaron la gobernación de Arkansas; llevamos 37 años re-eligiendo un Clinton constantemente.

En Arkansas lo reeligieron hasta que lo elegimos presidente en 1992. Lo reelegimos en el 96; en el 2000 la elegimos senadora de Nueva York, y la reelegimos hasta el 2009; en el 2008 perdieron su reelección a la Casa Blanca.

Barack Obama “les mató el gallo en la funda”, anotó por primera, ellos lo esperaban en tercera base.

Ella tenía 31 años y él 32 cuando entraron a la Mansión del Gobernador de Arkansas. Hoy el tiene 69 y ella 68; tienen más de la mitad de sus vidas en el poder.

Arrastran una cola de 37 años, más larga que cualquier cometa, circunda el planeta. Cubre desde Arkansas, el escándalo de Whitewater, al asesinato del embajador estadounidense en Bengasi, Libia; y la privatización de los récords públicos del Departamento de Estado.

Hoy, como cuando perdió en el 2008, la candidatura de Hillary no parece que aspira a la presidencia, parece lo que en esencia es, un intento reeleccionista. Hillary no tiene la humildad del aspirante, irradia la arrogancia de una presidenta en campaña reeleccionista.

Pueden ganar, no debemos subestimar la estupidez de los pueblos.

Los Clinton, como estrellas de rock de la política mundial, venden palabras carísimas. Del 2008 al 2014, ingresaron $142 millones como conferencistas y “asesores”. Más de $20 millones anuales, tributan el 35%, dejándoles mensualmente más de $1.0 millón. Y necesitan más, debemos entenderlos, a nadie le alcanza el dinero.

Ellos son el 1% de la clase política, nunca harán nada para favorecer al 99% restante, sólo buscan aumentar sus ingresos, perpetuar su poder y sus privilegios.

La cuestión no termina con ellos, seguirá su hija Chelsea, luego su nieta Charlotte, los Clinton son eternos.