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Agua y daños

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Luis Encarnación PimentelSanto Domingo

La crisis derivada de la prolongada sequía y falta de agua para la agricultura y el consumo humano en campos y ciudades del país, es mucho más grave y preocupante de lo que nos la han estado presentando los órganos públicos. Producto de la acción y la agresión irresponsable del hombre sobre la naturaleza -aquí, igual que en todas partes-, la tierra ha ido en un calentamiento progresivo y nos estamos quedando sin agua. En pocas palabras, hemos roto el ciclo biológico, el equilibrio natural, y con ello, le hemos ido tendiendo un peligroso cerco a la vida de humanos, de animales y plantas.

Sembrando matitas, sin un programa efectivo de protección y repoblación de las cuencas de arroyos y ríos en extinción, ni quitando cubeticas a jóvenes que prefieren lavar carros en la calle en vez de caer en brazos de la delincuencia, así no vamos a resolver la carencia, ya acentuada, del vital líquido en el territorio nacional.

¿Dónde está la campaña de educación ciudadana y el plan de corrección de fugas de la CAASD, muchas veces muy lenta cuando le reportan un tubo roto o un desperdicio imperdonable de agua? Hay daños masivos o de gran escala permitidos en aéreas protegidas que son irreparables. Parecido a lo que ocurre, sin que sea un secreto, con las empresas extractoras de agregados, ya no solo del corazón de los ríos, sino en tierras que eran dedicadas al cultivo de caña y de otras especies agrícolas, hoy convertidas en grandes cráteres que ponen en riesgo el manto freático, como se observa a ambos lados de la carretera 6 de Noviembre, mucho antes de llegar al puente Lucas Díaz.

¿Hasta dónde se va a llegar con esos grandes hoyos, y cuál será el control y supervisión de Medio Ambiente sobre esos trabajos, así como la garantía de que la capa vegetal echada a un lado va a ser regada de nuevo?

De entrada, es de suponer que a más perforación, el agua se va a ir por debajo de esas excavaciones y va a dar al mar, que en esa zona está cerca. (Cabría escuchar al exministro de Agricultura Eligio Jáquez, que entiende que hay que construir otras presas para evitar el líquido que todavía llega al mar y se pierde). Y el asunto no es solo sembrar algunas matas y limpiar canales, sino de proteger, conservar y no degradar lo que ya está, para que haya agua. ¿Qué se hace con canales y tuberías si no hay agua?

AVANCE: La Academia de Ciencias advierte sobre peligros a riquezas naturales. Volvemos.

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