Santo Domingo 28°C/28°C few clouds

Suscribete

EN PLURAL

Ayuda memoria apresurada

Avatar del Listín Diario
Yvelisse Prats Ramírez De PérezSanto Domingo

Si nuestra educación anda mal, y anda muy mal, sin duda, hay una responsabilidad, peor, una culpa compartida entre muchos: gobiernos que negaban a cumplir con el 4%, Ministros del ramo, y el de Planificación y Desarrollo, que no dieron a tiempo el golpe de timón necesario para el cambio, y la sociedad civil, que se empeñó en exigir y firmar Pactos pero se ha sentado a ver su incumplimiento, calladamente.

Habrá que sumar a la lista acusatoria, la ADP transformada, en especie de sucursal del Ministerio, que no cumple el rol que había ejercido como protagonista del proceso educativo.

Cada cierto tiempo, como si fuera el rito de ir a misa el domingo, y luego portarse mal el resto de la semana, se suscitaba con revuelo alrededor de las “malas notas” que nuestros estudiantes obtienen en evaluaciones internacionales.

Las CERCE fueron, lo recuerdo, un escándalo. Mientras Cuba, se engrandeció en primer lugar del Ranking de la evaluación de 17 países, la República Dominicana quedó en el lugar más bajo. CERCE mostró que los alumnos dominicanos de 6to curso no saben leer.

Su comprensión era más que deficiente, NULA. Algunas con las reconstrucciones del párrafo parecían otro texto. ¡Nada que ver!

El alerta, subió como una ola, escribíamos, nos golpeábamos en el pecho, el “mea culpa”. Luego, como ola que era, la reacción espantada, exigente, se calmó.

Mientras tanto, los organismos internacionales especializados en el tema nos abrumaban con investigaciones, análisis y recomendaciones: UNESCO, CEPAL, OEI, ONU, UNICEF.

Los Objetivos Del Milenio nos apremian, las Metas Educativas 2021 elevaron las demandas de cambios y avances. Que nuestro país, atrapado entre las deudas pendientes, las improvisaciones sin planes, no se han podido cumplir.

Ante la situación, la sociedad civil exigió en 2012 a los candidatos presidenciales el compromiso de avanzar en programas y planes de educación que se correspondiera con la Estrategia Nacional de Desarrollo vigente hasta el 2030, y con las exigencias de los Organismos Internacionales. Los candidatos firmaron, todo quedó en eso, una foto para la publicidad.

Un Pacto Educativo se firmó luego, el 2do con Balaguer no hubo otros que como este se quedó en el papel. El Ministerio hace oídos sordos a los pocos ciudadanos y comunicadores, especialistas que insistimos en diferenciar las aulas, espacios PARA EDUCAR con la educación.

MINERD sigue, con su latiguillo de “revolución educativa”, sin explicar nada y soberbiamente sugiere sospechosamente los resultados de la educación nacional.

Lo que pudo ser un rayo de redención por lo menos dentro de la función social de la educación sobre todo en países de tanta desigualdad como el nuestro, el Plan Nacional de Alfabetización, fracasa, politizado sin indicadores de logros, echado a un lado por el presidente Danilo Medina, demasiado ocupado en aprestos reeleccionistas.

A mediados de semana, las declaraciones del Ministro de Planificación y Desarrollo, volvieron a poner en páginas centrales el desastre de la educación dominicana. Con celeridad mi buena amiga Ligia Amada salió a la palestra aclarando que eran datos atrasados. La lógica que puede quedarnos en este país caótico, en que se truecan las categorías éticas en prácticas de mercado, reclama que si lo que Temo dice no es lo que sucede AHORA, se nos informe oficialmente cómo va en este año 2015, el sistema educativo nacional.

Demagogia a un lado. Queremos conocer la cuantía y la calidad de nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje; escuchar de las Universidades, de INAFOCAM, INFODOSU evidencias del nivel de desarrollo profesional de sus egresados; queremos que MINERD nos dé resultados de los análisis que hace, con gran competencia el IDEICE, no publicados.

Y exigimos, lo exijo yo, como abuela y bisabuela de niños que empezarán clases el mes que viene, que MINERD explique convincentemente, cuál nivel corresponde a quienes pasaron a 7mo o a 8vo, y si le aplicarán las Pruebas Nacionales; si hay un nuevo currículo, desconocido como la tumba de Cleopatra, y si TODOS los profesores en servicio se capacitaron para esta “revolución educativa”, tan singular ella, porque las revoluciones se sienten, se viven, y la del Sr. Amarante Baret como se percibe no va para ninguna parte.

Este En Plural se escribe a vuela pluma. Una ayuda memoria que guiará mis próximas reflexiones educativas. La política estará presente, claro. Mis dos pasiones andan siempre de mano.

Tags relacionados