Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

¿Inocentes por culpables…?

Dos venezolanos que vinieron a meterse esta islita en un bolsillo y hace rato pusieron pies en polvorosa con las alforjas llenas, han dejado una estela de descrédito que arrastra a gente seria e inocente, aunque del mismo origen, y tienen chivas a las autoridades que actuaron con excesiva tolerancia. José Luis Santoro y Gabriel Arturo Jiménez Aray gozaron de privilegios inexplicables, instalaron diversos negocios y centraron su atención en el sector financiero a través del Banco Peravia para defraudar a miles de personas que depositaron su confianza y sus recursos en una institución que terminó quebrada. La autoridad financiera miraba para otro lado mientras estos individuos operaban una asociación de ahorro y crédito como si se tratara de un banco comercial con franquicia para manejar divisas. Captaban recursos en moneda nacional y los transferían en dólares a bancos en el exterior hasta crear un hoyo negro que no llega a cuantificarse. Así operaron el Banco Peravia durante años, y el escándalo estalló luego de que la centrífuga que crearon se vio impedida de cumplir con sus obligaciones cotidianas a los depositantes y comenzaron a surgir denuncias sobre sus operaciones irregulares. Paradero desconocido… Santoro y Jiménez Aray salieron como si tal cosa por el aeropuerto de Las Américas, uno con destino a Panamá y el otro hacia los Estados Unidos. Las autoridades dominicanas tratan de regresarlos al país a través de la Interpol para que respondan por sus delitos, pero se encuentran en paradero desconocido. Mientras tanto, la Superintendencia de Bancos está respondiendo a los depositantes de acuerdo a lo que establece la ley sobre liquidación de instituciones bancarias, reconociendo aquellos depósitos que no exceden los 500 mil pesos para su devolución inmediata. Para el resto se sigue otro procedimiento, en ocasiones, traumático. El asunto es que la quiebra del Banco Peravia y sus instituciones colaterales ha afectado a algunos inversionistas venezolanos que no tienen nada que ver con las operaciones de esa entidad y en algunos casos ni siquiera conocen a Santoro y Jiménez Aray. O sea, en cuestión de imagen están pagando inocentes por pecadores a pesar de que muchos de ellos se han ocupado de desvincularse públicamente del Banco Peravia y de sus propietarios. Aún así, siguen las confusiones. El Grupo BBA y Leopoldo Leopoldo Castillo Bozo es la principal figura del Grupo BBA, que adquirió hace tres años el Banco Atlántico y la General de Seguros. El consorcio, también de origen venezolano, tiene inversiones multimillonarias en La Florida y en otros países de la región. Algunas personas y hasta entidades se han confundido creyendo que existe alguna asociación entre el Banco quebrado y las empresas de Castillo Bozo, que ni siquiera conoce personalmente a sus paisanos que defraudaron a la entidad financiera. Castillo reside permanentemente en el país y al frente de sus intereses aquí ha colocado a figuras de reconocida solvencia moral y económica. El vicepresidente ejecutivo del Banco Atlántico es Ángel Baliño, y Simón Mahfud está al frente de la General de Seguros, dos de los más respetados ejecutivos dominicanos en ambas áreas. Es una aclaración que debería hacer a tiempo la autoridad financiera dominicana… No es justo que paguen inocentes por pecadores en un fraude que pudo evitarse…

Tags relacionados