Vivimos prácticamente sin valores

Insisto en hablar de la ausencia de valores en nuestra tierra, porque la criminalidad crece azotando la población dominicana cruelmente, sin que nuestras autoridades vayan a la raíz del problema. Ese problema que se ha extendido como noche oscura, no es más que la ausencia de valores morales que no debe de primar generalizada en el país, por el contrario, esos valores han de fungir como lo más urgente de la enseñanza nacional, especialmente para toda la infancia a nivel escolar. Eso incluye educación, por eso no saben comer, ni comportarse, es verdaderamente triste, porque conocemos que sus padres no los pueden enseñar, porque tampoco saben hacerlo. Se requieren leyes inmediatas promulgadas prioritariamente para que toda escuela, igual que colegios, asuman esas obligaciones urgentes, a ver si se extinguen: ignorancia, corrupción, impunidad, delincuencia y la criminalidad, en nuestra golpeada patria. Exhorto por una enseñanza generalizada de valores morales y algo de educación, considerando que las familias en pobreza que son la mayoría no está en esa disposición; la madre se la pasa buscando alimentación para sus hijos, porque lo usual masivamente es la dolorosa ausencia del padre. Quizás la iglesia pueda seleccionar parte de los valores adaptables a sus prédicas cristianas; no se trata de exageraciones, sino de desesperación ciudadana, sería maravilloso que todo el país estuviera simultáneamente recibiendo cátedras de moral, hecho que detendría la delincuencia y la criminalidad, aminorando los feminicidios, abusos, violaciones, robo, defalco y miles de males trágicos que asedian al dominicano en el presente. El movimiento delincuencial que opera en nuestro país, especialmente en la capital dominicana, detiene el turismo, que representa una entrada sustancial para nuestra patria; lo que signifi ca un doble motivo para que el Estado dominicano se decida a centuplicar la enseñanza de valores en la República Dominicana, incluyendo lo más importante de la educación que no reciben en sus casas. Referente a la moral, lo único que aún se continúa enseñando en bastantes colegios es Moral y Cívica; sin embargo, ni es general, ni por ley, ni tampoco abarca todo lo que la ciudadanía debe aprender, para convertirnos en un país educado. Es una vergüenza que muchos extranjeros vengan a nuestra patria a quedarse y se mortifi quen, porque las señoras de varios empresarios se asustan de la educación de alguna servidumbre. Desde luego que uno las enseña; aunque los visitantes no tienen la misma intención, ni paciencia, quieren encontrar todo hecho porque están cubriendo una suma importante económicamente no desperdiciable. La parte humana se nos presenta como designio de Dios, por tratarse de humanizar a nuestro pueblo, que se lo merece. Considero humildemente, que todo el dominicano debe de enseñar al personal de su casa, de manera que pueda reducirse el más evidente problema del país, como es la poquísima educación generalizada, sería gran adelanto. Es una lástima que en nuestra tierra todo el pueblo no pueda aprender valores morales, el Gobierno dominicano debe de abrir sus ojos para algo de vital importancia, que cambiaría la opinión hacia nuestra nación. La educación con valores es demasiado importante para que el Estado la relegue, sus Ministros deben de mencionárselo al señor Presidente, él es una persona muy receptiva ante lo verdaderamente necesario para el bienestar nacional. La ausencia de valores en hogares dominicanos es lo que produce lo que estamos viviendo: delincuencia, criminalidad e impunidad, porque insisten que no se miente, hay que hablar siempre con la verdad. Esperemos que podamos sanar el alma criminal de quienes la esgrimen, para que se nos respete como un país educado que cree en Dios sobre todas las cosas.