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PUNTO DE MIRA

MVM: Pasos de baile electoral

La reunión entre Miguel Vargas, Minou Tavarez y Max Puig tiene un tufo a alianza electoral. Luce como algo más allá que la ley de partidos. Quizá esa fue la intención al revelar el encuentro: dejar que el efluvio especulativo impregnara con su emanación el ambiente político. Lo cierto es que Miguel Vargas corre por el carril de adentro. Es candidato presidencial y único gallo de la traba perredeísta. Tiene ventajas comparativas con relación a los demás partidos y candidatos, incluso con lo que ha sido el pasado del Partido Revolucionario Dominicano. La principal es que puede negociar con otras agrupaciones y repartir más. Uno de los obstáculos para las alianzas en el viejo PRD era su estructura archipiélica. Eran varios partidos dentro del partido. Había que partir el proyecto de gobierno con varias tendencias, además de asignarles cuotas de poder en los organismos de mando de la organización. Recuérdese que Hipólito en el 2000 tuvo que repartir con Fello Suberví, Milagros Ortiz, Hatuey de Camps. Ahora MVM puede ceder y negociar no sólo en la construcción de un gobierno, sino en las candidaturas congresuales y municipales. Esto es una ventaja que no la tiene ni el Partido de la Liberación Dominicana. A tenor con esta posición el líder del PRD puede ofertar amplios espacios a posibles aliados. En el entorno perredeísta, tanto los miguelistas como los que están fuera (pero con el corazón dentro), saben bien que las siglas pesan, que esas tres letras son el amor de su vida y la nostalgia los desvela. La mayoría de los miembros de esa entidad están atentos al devenir. Están con un pie en el aire. La disputa la miran desde las butacas de la paciencia. En la medida que MVM asienta la turbidez del limo, va captando confianza entre sus parciales. Las turbulencias que aún se mantienen entre los que salieron o fueron expulsados no hacen más que darle razón al presidente del PRD. Mientras existe la pugna de la emergente estrella de la política, Luis Abinader, con el veterano socarrón y carismático político, Hipólito Mejía, en el PRD todo es coser y cantar, porque el mismo Guido Gómez va perdiendo colorido con una cantinela insonora. El presidente del PRD tiene todo el tiempo para la oposición creativa y diseñar su proyecto de gobierno. Este encuentro con Minou y Max Puig parecen pasos de baile electoral.

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