Tiempo para el alma

“Cantad al Señor, bendecid su nombre”. Sal. 96: 2. Gracias Padre por este año que hemos visto llegar a su final. Tantas historias concluidas, tantas más en curso y tantas otras gestadas. ¿Qué diríamos si echamos un vistazo hacia atrás? Las respuestas pueden ser tan diversas como cada historia, como tu historia o la mía. Si ha sido un año bueno es día especialmente oportuno para dar gracias a Dios por sus bondades, por sus favores; si sientes que no lo aprovechaste, tengo una buena noticia para ti: mañana inicia un nuevo ciclo de oportunidades maravillosas que Dios ha puesto nuevamente a tu servicio. Si ha sido un año doloroso, difícil, de pérdidas, es tiempo también de dar gracias a Dios, por paradójico que parezca, pues su misericordia infinita te acompañará. Nunca olvides que Dios es fiel y que te ama con locura. Este día último de 2012, es especialmente oportuno para abrir las puertas de tu corazón a al trascendente amor de Dios.