Carlos Morales, un hombre de éxitos

Aquel que cultiva la tierra, no se para frente a la semilla y grita con toda su fuerza: ¡vamos, crece! Tampoco hay que ser agricultor para saber que no basta poner la semilla, regarla y sentarse a esperar para recoger el fruto, todo en un mismo día o fuera de su tiempo. Al igual que sembrar, la vida tiene su mecanismo de cosecha. El fruto de ella, el éxito, no se gana encontrando soluciones rápidas y logros apresurados, hay que entender que el triunfo es simplemente el resultado de nuestro crecimiento interno y que éste requiere no sólo del abono de la educación, también necesita del preciado tiempo. Nada que valga la pena sucede de la noche a la mañana. El Ingeniero Carlos Morales Troncoso ha tenido la dicha de detentar una vida plena, salpicada desde muy temprana edad de innumerables satisfacciones. Creció en un ambiente familiar en el que la política era pasión de todos y su personalidad quedó repujada a temprana edad, tanto en su conciencia social como en su vocación por la política. Aún así tuvo que depender del tiempo. Recibió una educación vasta, titulándose de ingeniero químico en la Universidad Estatal de Luisiana, lo que le sirvió para desarrollar su carrera de azucarero que lo llevó al cabo de los años a escalar la presidencia de una de las compañías más sólidas de nuestro país, la Gulf And Western Corporation, con tan sólo 34 años de edad. Pero no fue hasta el 1986, a la edad de 46 años, cuando tiene la oportunidad de desarrollar su real vocación, la de ejercer la política, hecho que ocurre cuando el entonces Presidente Joaquín Balaguer, le invita a acompañarlo en la boleta del PRSC como vicepresidente. La experiencia de haber servido al lado del jefe de Estado de entonces en dos períodos constitucionales seguidos, 1986-1990 y 1990-1994, le permitieron aprender y manejar elegantemente el quehacer de la lógica y las reglas de la política. Ha ejercido otros importantísimos cargos a lo largo de sus 26 años de carrera política: Miembro de la Junta Monetaria, Director del Consejo Estatal del Azúcar, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante los Estados Unidos y Ministro de Relaciones Exteriores, puesto que ocupa desde el 2004 a la fecha. El ingeniero Morales es sin duda alguna la figura más encumbrada y destacada proveniente de las huestes balagueristas. Ha tenido una prestigiosa carrera política reconocida aun por sus mayores detractores, sosteniendo el liderazgo en la dirección de su partido, manteniéndolo cohesionado aún después de la pérdida de su líder cuando se ha visto amenazado de distraerse de su fin esencial. El interés, la compañía y el tiempo lo han moldeado haciéndolo un verdadero politico. Mejor expresado como dice un sabio proverbio Zen, “Para seguir el sendero, mira al maestro, sigue al maestro, camina con el maestro, ve con el maestro y llegarás a ser maestro”.