Lo ridículo está de moda

Tendré que hacer una investigación al respecto para conocer si la tendencia de la moda siempre será hacia lo excelso o lo cómico. Vi en estos días una entrevista a Oscar de la Renta en la que destila conocimientos del tema y señala cómo la participación económica de la mujer en la vida actual impacta la industria de la moda y la hace cambiar hacia el prÍt-‡-porter. Pero esto no es realmente lo que me motiva. Es lo que vivimos hoy en día. La solapa de la memoria se me descubrió en estos días al ver la serie de televisión Pan American. Allí se muestra que para viajar los pasajeros usaban ropas de cóctel y las azafatas parecían damas auxiliares de la reina. Ya esto se ha democratizado. Las asistentes de vuelo no son lo que eran, ni los pasajeros tampoco. Para viajar solo basta pagar el ticket. Ya no se conoce al pasajero por la maleta. La última moda es viajar con la ropa rota o la de uso para hacer ejercicios. Bien se puede salir del gimnasio y arrancar para el aeropuerto y estar “in fashion”. Es posible llevar el equipaje en una funda o usar una caja para echar los bártulos. ¡Ah, y no olvide pedir una soguita! Le será muy útil si lleva las greñas revueltas, las uñas sucias y unos estrafalarios lentes de sol aunque viaje de noche. El tumbao-jevi, lo más cool es desaliñado pluscuamperfecto. Usar flux con chalina te convierte en sospechoso. Tampoco las medidas de seguridad de los aeropuertos ayudan. Como tengo un viaje previsto salgo ahora mismo a comprar unas chancletas fluorescentes y cachucha de NY en “Agáchate Boutique”.