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PUNTO DE MIRA

Tony Rafúl ve con el corazón

Desde que conozco a Tony Rafúl me encanta la forma en que articula su oratoria para darle entusiasmo a oído. Disfruto su manejo de los fonemas. Pasan los años y recuerdo como ahora su presentación del joven y fogoso líder Peña Gómez. Inolvidable. También tiene la habilidad de atrapar a los lectores en la red que construye con las letras, no importa el tema que trate. Pero no deja de ser poeta. Lo traiciona su profundo sentido social cuando articula los pasos políticos. El ve a su PRD con posibilidades de avanzar por la senda centro-izquierda. Los vapores de compromiso le empañan la visión dialéctica. La lucha de clases. La unidad de los contrarios y la identidad de las formas. El ambiente las condiciona, pero la esencia no se modifica. El PRD nunca ha sido centro-izquierda. Sus gobiernos han sido tropicales modelos democráticos capitalistas. Tampoco ha podido más. Claro que comparado con la derecha totalizadora de Balaguer cualquier balbuceo social era una ráfaga comunista. La anemia ideológica que campa en la tienda blanca es de siempre. Uno que otro dirigente ha exhibido luces pero se le han agotado las baterías. Se anuncia la llegada del socialismo democrático como profeta en espera de cesárea. Hay ausencia de líneas propias. El partido yace en la margen de la inacción como barco en desguace. Es un grafiti en pancarta ajena; está de relleno en almohada de diletantes. Tony, quizá falte un líder férreo, tal vez un encantador de masas, para hacer mejor lo mismo.

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