Leonel: ¡demoledor!

El discurso pronunciado por el ex presidente Leonel Fernández el pasado martes 13 demostró, con datos concretos y precisos, la gran mentira vendida al país con mucho éxito por una gigantesca campaña mediática, sobre la supuesta existencia de un fraude fiscal por la suma de 187 mil millones de pesos, imputado al ex mandatario y sus más cercanos colaboradores. Leonel, como lo conoce el pueblo, desmontó punto por punto la infamia de opinión pública que creció hasta el martes pasado como la espuma ante una inexplicable inacción y ausencia de respuesta, tanto del gobierno como del Partido de la Liberación Dominicana. El primer punto de la fábula consistió en que la reforma fiscal aprobada por el Congreso tenía como propósito llenar el hoyo, sinónimo de fraude o robo, de Leonel y su grupo de colaboradores. Fernández demostró con pruebas concretas que existía un compromiso de todos los partidos políticos y del empresariado nacional de abocarse a una reforma fiscal integral tan pronto pasaran las elecciones, con el propósito fundamental de elevar los impuestos (la presión tributaria situada en un 12.7%) y revisar la calidad del gasto público del gobierno. El segundo punto de la mentira vendida mercadológicamente, con la que se ha confundido a tanta gente sensata y buena del país, se basó en meterle en la cabeza a este pueblo que el término déficit fiscal es igual a robo o fraude contra el Estado dominicano. Leonel Fernández demostró con datos concretos y de forma didáctica cómo la noción de déficit fiscal es la regla en prácticamente todos los países del mundo y en sociedades mucho más desarrolladas que la nuestra. El déficit fiscal no es más que el desbalance entre el gasto y el ingreso del gobierno, en un año determinado. Leonel demostró por qué en el año 2012 ese balance proyectado para el cierre de este año 2012 aumentó con relación a los años anteriores, explicando detalladamente, renglón por renglón, el origen del mismo y, básicamente: a) la baja de las recaudaciones estimadas para el presupuesto del 2012; b) el famoso tema del déficit de la CDEEE; c) el déficit proyectado para el Banco Central, tanto en su costo operativo, pago de intereses de certificados originados en la crisis bancaria del 2003 y lo referente a la Ley de Capitalización; y d) el aumento de la inversión pública en obras de bien común, que fueron descritas por el ex presidente y que están a la vista de todos los dominicanos. La campaña mediática contra Leonel, vapuleada por estos datos concretos y precisos, trató entonces de manipular declaraciones del Gobernador Héctor Valdez Albizu, a quien aviesamente se le hizo la pregunta al día siguiente del discurso de Fernández sobre si era cierto que el Banco Central había recibido 49 mil millones de pesos (cosa que nunca dijo Leonel Fernández) y a lo que lógicamente Valdez Albizu planteó que lo recibido este año por el BC eran unos 11 mil millones de pesos, lo que creó la sensación de desmentido que los perversos manejadores de opinión pública procuraban. La campaña de desinformación llevó al propio Banco Central, horas más tarde, a emitir una nota aclaratoria en la que se explicaba que el ex mandatario se estaba refiriendo, además de los 11 mil millones recibidos por el BC (lo dicho por Valdez), a otras partidas correspondientes a los compromisos de pagos de intereses de los certificados de esa institución y a las partidas presupuestarias a que se obligó el Estado con el BC, producto de la Ley de Capitalización, ascendentes a 24 mil millones, de los cuales ya ha recibido los citados 11 mil millones. Leonel Fernández también demolió la tesis vendida con mucho éxito en la opinión pública de que la República Dominicana está quebrada, con su capacidad de endeudamiento externo agotada. Leonel citó una nota de la semana pasada sobre la República Dominicana de la J.P. Morgan Chase, el banco de inversión más grande del mundo, en la que se explica que la deuda de la República Dominicana, contraída en su mayor parte con organismos multilaterales, se puede catalogar de moderada, en comparación con los países de América Latina, pudiéndose dar el privilegio de colocar bonos a un interés de 5.5% en los mercados internacionales. El discurso de Leonel Fernández sirvió, además, para demostrar la unidad total de su partido, de sus aliados del Bloque Progresista y sus bloques congresionales, en defensa, no solo de la gestión exitosa de 8 años del ex mandatario, sino para darle una respuesta política contundente a lo que sin duda representa un proceso conspirativo y desestabilizador contra el Presidente Danilo Medina y su gobierno. El discurso de Leonel fue demoledor, pero debe verse sólo como un primer paso. El PLD y sus Aliados deben comprender que la lucha en las próximas semanas será para preservar la paz y el sosiego nacional. El gobierno, por su parte, de nuestro amigo Danilo Medina, debe espabilarse en términos de opinión pública y mostrarle al pueblo con contundencia, al cumplirse los 100 días de su mandato, todos los logros que puede orgullosamente exhibir en su corta estadía en el Palacio Nacional.