Policía mata siguiendo la pauta de costumbre

Testimonio de Polita Barceló: “Cuando William murió... Yo estaba en ese momento ahí, en la avenida José Contreras con Alma Máter, y lo vi todo. Iba a cruzar esa calle y me devolvieron. Pensé, de loca, que podía meterme en el tiroteo. Vi a la Policía disparar a lo loco, por las rendijas de la verja, y me quedé sorprendida. El joven brincó, le dispararon y ahí lo dejaron. No dejaban que nadie se acercara a recogerlo. Interrogué a un policía y le pregunté que si iban a dejarlo morir y él dijo: ‘doña, váyase para allá, que no puede seguir ahí’ ”. Ahí no hay interpretación caprichosa “para hacerle daño al gobierno”. El padre, del asesinado joven Willy Wander, completó la conmoción que debió provocarle el asesinato del joven estudiante de medicina. Ese hombre con la pobreza en su rostro, pero con dignidad conmovedora, puso de relieve hasta donde ha llegado la pauta de la muerte bajo el sol y en pleno campo de la academia, emulando en esencia crímenes anteriores en distintos puntos de República Dominicana. Esas declaraciones del padre de Willy Wander, Juan José Florián, complementan el testimonio de la señora Barceló y los reportes audio visuales que revelan incluso declaraciones del agente que se regocijó por su disparo y su convicción de que el estudiante “no se levanta más”. El país ha entrado en un despeñadero muy peligroso. Porque hay luz verde para la intolerancia como lo demuestran las declaraciones del presidente del Senado y otros dirigentes del PLD de llevar “a cualquier terreno” el debate sobre Leonel Fernández y sus gestiones de gobierno, marcadas con un déficit fiscal por encima de los 187 mil millones de pesos. Como se apunta en consenso, al desbocado legislador no se le apretó el pecho para trazarle pautas a los magistrados del Poder Judicial, en el sentido de que debían desestimar la primera de las instancias ya depositadas por el enjuiciamiento a Leonel Fernández. La temeraria actitud de la gente del poder morado también se manifestó en la forma agresiva “al vapor” con que aprobaron la reforma fiscal. Esos vientos evolucionarán a tempestades. Y peor si se le suman derramamiento de sangre, como la de Willy Wander. Veremos hasta dónde podrán apretar la tuerca de la intolerancia.