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Ramón de la Cruz: ‘Soy rector porque soy sacerdote’

El rector de la PUCMM cuenta sobre su vocación de servicio y asegura que para él "cada estudiante no significa una matrícula, sino un ser humano con un gran potencial de de sarrollo, a quien debemos dedicar todo nuestro esfuerzo".

Motivado por su hermano mayor quien era sacerdote, una lectura de San Ignacio de Loyola y su actual obispo, monseñor Fausto Mejía, quien le comentó la necesidad que había en su pueblo, San Francisco de Macorís, de que jóvenes se formaran para llevar la palabra de Dios.

Ramón Alfredo de la Cruz Baldera no lo pensó dos veces y decidió ponerse la sotana, la que lleva con orgullo hasta el día de hoy.

Su rol de rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) llega a raíz de su vida sacerdotal. Por esto, ahora conoceremos un poco más de él como ser humano.

Por imposición de manos de Mons. Jesús María de Jesús Moya, obispo en aquel entonces de la Diócesis de su pueblo natal, en 1991 realizó su ordenación sacerdotal y desde que inició en está gran pasión se involucró en el ámbito de la formación académica.

“La educación forma parte de mi sacerdocio. Siempre he querido asemejarme a Jesús, maestro. En 1992 mi obispo me pidió que le ayudara en la conducción de la Universidad Católica Nordestana de San Francisco de Macorís. monseñor Moya fue mi mentor, de quien aprendí la gestión del talento humano, llevado con justicia y respeto.” comenta De la Cruz.

Servir a Cristo puede ser una decisión difícil, ya que implica dedicarse a plenitud a esta encomienda, pero el llamado que tuvo Ramón y su gran corazón al querer ayudar a los más necesitados, lo motivaron a seguir por este camino.

La Conferencia del Episcopado Dominicano lo propuso como candidato a la rectoría de la PUCMM, por la labor que realizó cuando desempeñó el mismo cargo, pero en una universidad de San Francisco.

“Conocía ya la universidad, no llegué a un lugar desconocido” asegura, porque durante dos años fue director del departamento de educación de la PUCMM.

Cuando habla de sus años en la educación, incluye los que tiene como sacerdote, ya que fue a través y después de su ordenanza cuando comenzó a involucrase en esta área. “Soy sacerdote desde el 12 de enero del 1991. Son 26 años y 6 meses y siento como que fue ayer. Mantengo la misma alegría y mis sueños están tan frescos como el agua inagotable de un gran manantial en medio del bosque”.

“Mi vida profesional es mi vida sacerdotal. Sirvo como rector porque soy sacerdote, cuando imparto una conferencia o escribo un artículo, lo hago porque soy sacerdote”, comenta con gran entusiasmo.

Enseñar requiere de pasión, dedicación y entrega; es un acto de amor hacia los demás y esto, Ramón de la Cruz lo tiene bien claro. “Ser maestro se hace por vocación, pero también se aprende. Una enseñanza de calidad requiere profesores bien formados, tanto en el contenido de lo que enseña, como en las estrategias de enseñanza-aprendizaje”.

“El maestro debe considerar su oficio como una misión social y humana. No hay otra carrera que pueda cambiar vida, como la del maestro” concluye.

UN PACTO DE AMOR Y SERVICIO Ramón de la Cruz: “Ser sacerdote ha sido la mejor elección de mi vida, porque siempre he visto el sacerdocio como un camino de santidad y servicio. Al ser ordenado reafirmé el compromiso frente a Jesús. Me comprometí a vivir el celibato y a servir, en obediencia, a la Iglesia. Mi sacerdocio lo defiendo y lo cuido por encima de cualquier realidad humana. En toda decisión que tomo me pregunto si con ella cumplo con mi misión sacerdotal. Mi vida es mi sacerdocio y mi sacerdocio es una forma de vivir la vida”.

Progama que desarrolla la PUCMM Educación Inclusiva Darle la oportunidad a personas con discapacidad facilitándole el acceso a una educación superior en una institución donde puedan movilizarse de manera eficiente, es cada día un reto en nuestro país y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra está cambiando esta realidad. Así lo asegura su rector, Ramón de la Cruz. “Desde hace varios años, la PUCMM ha estado trabajando tanto a lo interno como a lo externo en la sensibilización y capacitación en temas de minusválidos. Como muestra de este compromiso, la Universidad suscribió en octubre de 2016 un acuerdo bilateral con el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS), que fomenta la formación e investigación en temas relacionados con la discapacidad”. Además la universidad está creando un departamento para darles asistencia. personalizada a estos jóvenes.

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