Julio Amado Castaños educador por vocación

Tener la responsabilidad de dirigir la Universidad Iberoamericana (UNIBE), requiere de tiempo, dedicación y entrega. Este reto le ha tocado a Julio Amado Castaños Guzmán, un hombre que cada día da lo mejor de sí para para mantener los niveles de excelencia de esa casa de altos de estudios.

Con una década al frente de la rectoría de la entidad de educación superior, Castaños Guzmán hace un paréntesis en su apretada agenda para hablar de sus inicios y vocación por la docencia, una carrera en la que dio sus primeros pasos en la misma universidad, en 1989 al regresar de la ciudad de Madrid, España, donde realizó su postgrado en Medicina Interna, en la Clínica de la Concepción y su especialidad en Hematología y Hemoterapia, en la Clínica Puerta de Hierro, Madrid.

“Luego de tres años como profesor, fuí designado como Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la institución, posición que desempeñé hasta octubre del 2006, cuando fui promovido al cargo de Rector, hace una década atrás”, nos cuenta sentado en el despacho, desde donde realiza su labor.

Acompañado por una sonrisa que denota la satisfacción por los logros obtenidos desde que ostentara el cargo, dice que, su vocación por la docencia la descubrió desde muy joven, puesto que nació y creció en un hogar conformando por educadores.

Al hablar de sus progenitores la alegría fluye y el brillo de sus ojos deja saber su orgullo por ser hijo de Nervina Guzmán, educadora en el área de Literatura y Julio César Castaños Espaillat (fallecido), quien dejó sus huellas en el sector académico al ser profesor y fundador de la escuela normal de Moca, catedrático en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y rector por tres ocasiones de esa entidad. También se desempeñó como Ministro de Educación, en el gobierno de Antonio Guzmán Fernández.

A su casi tres décadas de vida y gestión académica, Castaños Guzmán se autodefine como un apasionado de la educación, donde ha hecho un nicho, con una trayectoria matizada por logros y crecimientos.

El catedrático destaca el buen posicionamiento de UNIBE; pero en el desempeño de su rol, como todo líder reconoce el esfuerzo de los demás, y asegura que este sitial es gracias al trabajo de un gran equipo de personas que le ha tocado liderar y que no escatiman esfuerzos para mantener en alto el índice de la academia.

Castaños destacó el reconocimiento mundial que tiene la entidad como modelo sostenible, y pese a que es pequeña en ella se imparte docencia en más de un idioma y en alianza con un aproximado de 200 universidades internacionales, fortaleza que les ha permitido diseñar y ofrecer programas de estudios actualizados, acorde con los nuevos tiempos.

Especial Educación inclusiva. UNIBE desde hace algunos años incluyó dentro de su oferta curricular la asignatura Lenguaje de Señas.

Castaños valoró el esfuerzo de los alumnos con discapacidad que se han graduado en sus aulas y de los que actualmente están cursando alguna carrera, como es el caso de jóvenes que no pueden caminar u otros con autismo, o discapacidad auditiva.

“Siempre ha sido UNIBE un espacio de apertura, investigación e inclusión a la discapacidad, razón por la que hace unos años, la Cátedra para la Inclusión y la Discapacidad de la UNESCO, nos reconoció institucionalmente como una academia comprometida con la inclusión”, dijo Castaños Guzmán.

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