“Lo mejor que he hecho como madre ha sido acercar mis hijos a Dios”

Cuando por primera vez Julia Álvarez de Simó supo que estaba embarazada, apenas tenía 21 años. Se sentía bella y llena de esperanza. La espera de varios años en busca de la maternidad había terminado. Una nueva etapa daba paso a una serie de sentimientos encontrados que también incluían un poco de miedo.

“Cuando nos casamos Dennis y yo fuimos a vivir a Brasil. Era muy joven y fueron muchos cambios a la vez, pero aun así quería experimentar la maternidad. Sin duda, el anhelo de toda mujer que se casa es ser madre”.

El nacimiento de Dennis, su hijo mayor, se convirtió, no solo en la materialización de un sueño, sino también en un acontecimiento familiar que los llenó de júbilo.

“Cuando mi hijo nació aún no se habían popularizado las sonografías, así que en una familia donde predominaban las hembras, se hicieron hasta apuestas entre mi padre, cuñados y sus amigosÖ la llegada de aquel hermoso varón, sano, de ocho libras, llenó de felicidad nuestros corazones”, recuerda evidentemente emocionada.

Con 51 años de casada, cuatro hijos y diez nietos, Julia Álvarez sostiene que criar es un gran compromiso que va más allá de ser simplemente proveedores. “Cuando tienes hijos desarrollas por instinto un profundo sentido de responsabilidad y sabes que cualquier cosa que hagas tendrá implicaciones eternas en la vida de tus hijos”.

Amante y apasionada de la naturaleza, esta madre disfruta compartir con su familia en el jardín que ella misma planta y cuida. “He sido grandemente bendecida con la pareja que Dios eligió para mí. Dennis es el hombre idóneo para acompañar mis días. Juntos hemos levantado una familia sobre la base del amor, la comprensión y la integridad”.

Hace 40 años en un cursillo de cristiandad Álvarez de Simó conoció al Señor, desde entonces su vida y sus intereses giran alrededor de la fe. Pertenece a la directiva de la Fundación Juan Manuel Taveras y al Voluntariado Hospitalario de Salud - Adovohs- donde realiza una importante labor humanitaria.

“Dios ha puesto en mi vida personas y situaciones que me han enseñado el valor del trabajo caritativo. Me siento satisfecha de haber trillado en mis hijos el camino del servicio y orientar sus vidas al Señor. Esa es una de mis grandes bendiciones como madre”.

Hoy, la pareja disfruta ver la estabilidad emocional de sus hijos, la prosperidad de sus vidas, cómo han asumido el cuidado de su prole y la unidad que existe entre ellos. “Para Dennis y para mí este momento de nuestras vidas es perfecto. Ver a nuestros hijos cumpliendo sus propias metas, unidos, solidarios y cómplices entre sí, y en el camino de la fe cristianaÖ Creo que es lo que todo padre pide cada noche y Dios nos lo ha concedido”.

“Cada uno de mis hijos es diferente, pero a la vez tan conectado a los valores que les fuimos inculcando. Ellos me han enseñado a escuchar, a no ser orgullosa, a entender que las madres también nos equivocamos”.

Su hijos confiesan que admira ver la relación que existe entre sus padres. “De alguna manera hemos influido positivamente en la vida matrimonial de cada uno, y eso también me hace feliz”.

“En esta etapa que estoy viviendo, el rol de abuela se roba el protagonismo. Estoy disfrutando a plenitud tener la casa llena de nietos. Es más fácil ser abuela que ser madre, porque ahora solo tengo que preocuparme por consentirlosÖ”, concluye Julia de Simó con una sonrisa de satisfacción.

De cerca “He sido feliz cada vez que uno de mis hijos ha contraído matrimonio, pero la satisfacción de ver mi hija con un vestido de novia y del brazo del hombre que ama, ha sido un momento memorable en mi vida”.

“Soy una madre flexible y moderna. Celebro el Día de las Madres antes de la fecha para dejar que mis hijos puedan hacer planes con la familia de sus parejas. Verlos a ellos felices es mi mejor regalo”.

“Lo más difícil de ser madre ha sido aceptar que cada uno es diferente, y amarlo y apoyarlo en cada etapa. El tiempo pasa, los hijos crecen y se vanÖ Ahora Dennis y yo tenemos más tiempo el uno para el otro y nos queda la inmensa satisfacción de saber que son personas íntegrasÖ personas de bien”.

“¿Qué si hay un hijo favorito? BuenoÖ mi nuera María Laura dice que Dennis es mi bombón (risas); no sé si es porque es el mayor, pero honestamente hay una cierta conexión entre él y yo. En realidad a mis hijos a todos los amo con locura y pasión, ellos son mi razón de cada día”.