Los cien días de Melania Trump
Cuando Melania Trump se convirtió en la primera dama de Estados Unidos tras el juramento de su marido, Donald Trump, la mayoría de los analistas políticos y de sociedad coincidían en lo complicado que sería la tarea de la eslovena en suceder a Michelle Obama.
En estos primeros cien días, Melania ha mantenido un papel “muy prudente” según la opinión pública del país. Bajo la eterna comparación con Michelle Obama, Melania se ha tomado con mucha calma su papel de “first lady” por una razón primordial: su empeño en proteger a su hijo Barron.
La exmodelo ha roto una de las grandes tradiciones de las primeras damas y todavía no se ha instalado en la Casa Blanca, en Washington, como manda el protocolo.
Hasta ahora sigue viviendo en un lujoso apartamento de la Torre Trump en Manhattan, y lo hará hasta junio, cuando Barron concluya su nivel escolar.
Entonces será el momento de la mudanza definitiva a la residencia oficial del presidente estadounidense, aunque Melania desde el pasado 20 de enero ha viajado en varias ocasiones, tanto a Washington como a Miami, en algunas de ellas acompañada de sus padres Viktor y Amalija Knavs.
A pesar de su poca participación, la primera dama ha alcanzado más popularidad que su marido. Según una encuesta difundida por la CNN a principios de marzo, el 5 2por ciento de los estadounidenses tiene una imagen positiva de la primera dama.
También fue bien recibida su participación en la celebración de Pascua. Melania fue la encargada de coordinar las habituales carreras con huevos. “Esta es la primera vez que mi esposo y yo organizamos esta maravillosa tradición, y es genial que todos ustedes estén con nosotros hoy…”, se atrevió a decir la primera dama ante un numeroso público.
Igualdad Valores. ”La era de permitir la brutalidad contra las mujeres y los niños ha terminado”, declaró la primera dama estadounidense en la gala “Mujeres Valientes”. En la página web de la Casa Blanca se destaca la “pasión” de la primera dama por las artes, arquitectura, diseño, moda y belleza.
