Yo quiero la Patria de Duarte

El domingo 22 de enero era perfecto para hacer cualquier cosa. Ir a la playa o a la iglesia, visitar familiares o simplemente descansar. Pero muchos cambiaron cualquier plan pensado con antelación para, vestidos con gorra y camiseta verde, y con la Bandera Nacional en las manos, participar en la “Marcha por el fin de la impunidad” organizada con el objetivo de presionar al sistema de justicia para lograr el castigo de los corruptos.

Desde que tengo uso de razón he escuchado todo tipo de quejas de personas que muestran su desacuerdo con algún tipo de accionar o de política del gobierno de turno. Cada uno de nosotros habla de su descontento, pocos hacen algo para darlo a conocer por los medios adecuados. Pero esa mañana marcó un sano precedente de que si nos unimos podemos ser escuchados.

Amplios sectores sociales, políticos y religiosos del país, en medio de una gran expectativa, dijeron al gobierno que “el pueblo ha despertado”, y me hago eco de esa voz. La esquina, formada por las avenidas 27 de Febrero con Máximo Gómez, se estremeció. No solo por la gran cantidad de personas que allí se conglomeraron, sino por el ideal que los movía, ese mismo que movió a Juan Pablo Duarte: el amor a la Patria.

Adultos, niños, personas con alguna discapacidad, todos, sin importar la clase social, se mezclaron en un recorrido pacífico que demostró que los dominicanos queremos que a este país se le devuelva la dignidad. Si algo le quedó claro a las autoridades es que no hay poder que pueda evitar que nos unamos en un fuerte abrazo para proteger nuestro país, como lo hizo Duarte. Así se forma la patria, enseñando a nuestros hijos el valor de la unión y motivándolos a defender la tierra que los vio nacer. ¡Qué satisfacción fue ver que los niños se hicieron parte de la protesta! Duarte también desde siempre tuvo confianza en la juventud, y nunca fue defraudado porque la participación de esa generación en las luchas por la libertad y la soberanía fue decisiva.

El padre de la Patria, que no solo propició la independencia del país, sino que también supo defender la República Dominicana ante los poderosos enemigos que asechaban, nos dejó un gran ejemplo de valor y compromiso. Y qué lástima que solo en fechas específicas los dominicanos celebremos con gran despliegue el orgullo de la independencia.

Luego, el precursor de la gesta libertaria pasa a ser uno de los héroes menos recordados por la población.

Confiamos que esto no pase con nuestros reclamos y que el gobierno entienda que ¡el pueblo dijo basta! Queremos castigo por los actos de corrupción que se han conocido en el país, queremos justicia para quienes han aprovechado posiciones de servicio para enrriquecerse.

¡Yo quiero que mis hijos vivan en la Patria que Duarte soñó y estoy dispuesta a luchar por eso! ¡Hasta el lunes!