CRÓNICA LIGERA
¡Vida nueva, en Reyes Magos!
He visto a mucha gente escribiendo bonitos mensajes cargados de buenos deseos para este año que recién inicia. Mientras hay quienes han tenido la osadía de copiar textos hechos y ajustados por otros, porque el contenido está lleno de palabras lindas y rebuscadas que creen pueden definir lo que esperan o desean para los próximos trecientos y tantos días. ¡Error! Sus necesidades nunca serán las mismas.
Cada ser humano tiene sus propias ambiciones, que nunca podrán igualarse a las de nadie más y cada quien posee una lista muy personal de prioridades que les obligan a trabajar en lo que quieren lograr en este periodo de tiempo de manera individual. Para mí el inicio de un año es lo más parecido a un viaje programado, del cual debemos tener muchas herramientas a la mano que debemos saber utilizar, antes, durante y al llegar a nuestro destino. Claro, todo depende de nuestra visión y de nuestras acciones al momento de elegir el trayecto e identificar las vías y sus alternativas de cómo llegar a la meta.
¡La vida suele ser un viaje! Así que acomódese y trate de disfrutar el trayecto. Cierre ciclos. Guarde los buenos recuerdos. Depure las experiencias y emprenda la marcha. Tenga el valor de elegir sus compañeros y acepte que tendrá que detenerse varias veces en distintos puntos del camino, pues este le mostrará algunas curvas que lo obligaran a descender, mientras, más adelante están las rectas que le permitirán avanzar. Por algunos kilómetros deberá subir un largo cerro, mientras al continuar encontrará un llano donde podrá respirar, recargar energía y continuar. No olvide rellenar su vehículo de combustible y chequear el comportamiento de su maquinaria tras recorrer decenas de kilómetros. Eso es seguridad. Aprecie el paisaje. Acepte las diferentes situaciones que le presente el recorrido, no olvide que tendrá que detenerse de manera voluntaria, otras paradas serán obligatorias o forzadas por las circunstancias. Ahí es el momento indicado para hacer un autoanálisis donde reconozca que dejar y con qué continuar… Tenga claro que algunas personas deberán bajar del autobús de su viaje, mientras otras subirán para recorrer junto a usted la senda de su destino.
Escriba usted la historia que quiere contar y no viva los sueños de otros. Viva sin prisa. Disfrute de los pequeños detalles. Ame, ría y baile de manera desmedida. Trate de hacer su recorrido con una carga ligera. Elija si quiere vivir de sorpresas. Si está cansado de planificar y no alcanzar sus objetivos, entonces deje a Dios actuar… Identifique sus talentos y disfrute sus pasiones.
Con la gracia divina de nuestro Señor Jesús nos leemos la próxima semana.