Una historia de amor sobre las olas del mar

Andrea Lockward conquistó su sueño de amor: Contraer nupcias bajo la luz de la luna escuchando el sonido de las olas del mar. Y es que para ella, y para su esposo, Juan Manuel Gómez, el océano simboliza, no solo un romántico escenario ideal para jurarse amor eterno, sino también la adrenalina de surfear, deporte que comparten con pasión y al que dedican varias horas de su tiempo desafiando las olas del mar sobre una tabla especial.

Luego de seis años de noviazgo Andrea y Juan Manuel decidieron unir sus vidas. Con un mágico atardecer como testigo, una emotiva y feliz novia desfiló a la espera de convertirse en la esposa del hombre que ama. El enlace quedó sellado con la bendición de Dios en la Parroquia San Rafael Arcángel.

Una cálida recepción esperaba a los invitados en Boca Marina Restaurant & Lounge, en Boca Chica, donde pasaron una velada inolvidable.

La complicidad del amor Amigos y familiares de la feliz pareja de esposos se integraron con júbilo a la celebración, y disfrutaron de una noche perfecta en la que el amor y la complicidad de Andrea y Juan Manuel se evidenciaba a través de las muestras de cariño que ambos se profesaban a cada instante.

EL ATUENDO SOÑADO. Lujo en cada centímetro de tela. La diseñadora israelita Liz Martínez tuvo a su cargo la confección del vestido de novia. Una pieza impecable con encajes, puntillas y detalles de lentejuelas bordadas a mano. De corte sencillo pero elegante, el traje fue la combinación perfecta entre ternura, sensualidad y belleza.

DETALLES. En la ambientación, realizada por la empresa “Impresiónate Eventos”, predominaron elementos rústicos como piezas de madera envejecida, troncos de árboles y bases en aluminio, combinadas con flores tropicales que impregnaron color y calidez a la velada.

También se utilizaron algunos detalles con toques artísticos que acentuaban el espíritu aventurero de la pareja.