Un té para Laura Chinchilla

Laura Chinchilla es una institución en sí misma. Dueña de un carisma excepcional para conversar, la expresidenta de Costa Rica en el período 2010-2014, es como un libro abierto, capaz de poner a sus interlocutores en contacto con sus ricas experiencias de forma inmediata.

Su mensaje es fácil de entender. Está delimitado por la firmeza y honestidad de una mujer que cuenta con una impecable hoja de servicio desde los distintos estamentos en los que la vida le ha puesto.

Desde su llegada al Salón Arturo J. Pellerano Alfau como invitada a la Hora del Té, iluminó el ambiente con la simpatía que le caracteriza.

Acompañada por Aura Caraballo, directora de Mercadeo de Barna, Escuela de Alta Dirección, allí le esperaban Gema Hidalgo, administradora general del Grupo de Comunicación Listín; Rosanna Rivera, directora de Revistas y Comunicaciones; Ligia Bonetti, presidente ejecutiva del Grupo SID; Marisol Vicens, miembro de la junta de directores del Consejo Nacional de la Empresa Privada; Lina García, presidente de la Asociación de Industriales de la Región Norte, Elena Viyella de Paliza, presidenta de la Acción Empresarial por la Educación (Educa); y Ricardo Pichardo Viñas, redactor.

Conversar con ella es realizar un recorrido extenso por tantos temas que afectan a toda Latinoamérica y el mundo. Acompañados de su visión, cualquier asunto tratado aporta una perspectiva potable, inteligente, lógica, convincente… sin dudas, una mirada acuciosa, capaz de generar un pensamiento crítico.

EL RETO DE LA EDUCACIÓN Partimos en esta travesía con la educación. Un renglón insoslayable para el bienestar de cualquier nación del mundo. “En América Latina hemos hecho avances, es el renglón donde más hemos avanzado.

Nuestro reto está en la calidad de la educación.

No basta con asignar un porcentaje determinado, debemos saber en qué se va a invertir. Lo ideal es que haya un consenso, un plan de inversiones para la educación a mediano o largo plazo donde se ponga sobre la mesa una hoja de ruta con concurso de todos los sectores”, asegura la expresidenta. Chinchilla, quien es actualmente presidenta de la Comisión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Abogó durante su gobierno, y hoy lo comparte como anécdota digna de ser emulada, es la incorporación al currículo académico de los estudiantes de todos los niveles, de clases de cívica, a través de técnicas mucho más entretenidas como el teatro, las artes, el entretenimiento.

Dice que de esta forma se trabaja de manera formidable la convivencia y el respeto hacia el otro.

“Esto produce mejores ciudadanos, ciudadanos más respetuosos, es otro componente necesario en la educación”, afirma.

Chinchilla ve en el populismo y el clientelismo una forma de mantener a la población cautiva, ignorante, empobrecida, para que siempre deba agradecer las dádivas que le da el poder.

Es por esto que retoma el tema de la educación como buque insignia ya que entiende que es la mejor forma de hacer política y hacer gobierno y lo puso en práctica durante su mandato asignando el 8 por ciento del producto interno bruto para este renglón en Costa Rica.

Una trayectoria ascendente Desde muy temprana edad mostró sensibilidad por las ciencias políticas y sociales. Desde entonces su destino lo marcarían los temas relacionados a esta pasión que la ha llevado a ocupar importantes posiciones dentro y fuera de su país.

Su elección a la presidencia de Costa Rica estuvo precedida de una exitosa carrera política y de servicio público. Inició como ministra de Seguridad Pública, primera mujer en ocupar este cargo en la historia de su país. Su gestión en esta neurálgica posición le abriría el camino para desempeñar otras posiciones de no menos envergadura.

“Pienso que la gente me eligió por el trabajo hecho desde este ministerio”, recordó. En el 2002 fue electa diputada al Congreso de la Nación por un período de cuatro años. Tras este cuatrienio, en el 2006 es electa vicepresidenta de la República junto con el Ministerio de Justicia. En el 2010 conquista la primera magistratura de su país con un amplio margen sobre su principal contendor.

Bajo las riendas de su administración se destacó por promover diversas políticas en materia de seguridad ciudadana, un tema que en el momento de la campaña electoral era muy sensible, por una serie de acontecimientos lamentables que escandalizaron al país. Otras reformas tocaron los códigos penal y procesal penal, así como importantes legislaciones contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Se estima que uno de sus más importantes logros en el ejercicio de la presidencia de la República fue la disminución sostenida de los principales índices de criminalidad, entre ellos los homicidios y feminicidios. Otros importantes renglones fueron favorecidos con sus políticas como el gobierno digital, la promoción de los derechos de la mujer, la protección de la niñez, con estrategias encaminadas sobre todo a cuidar la primera infancia y la sostenibilidad ambiental, un tema del cual Costa Rica es referencia.

Tras abandonar la presidencia, Chinchilla se pasea por el mundo con importantes proyectos de consultoría en diversos organismos internacionales. Sus conferencias son bien recibidas en distintos foros de la región.

Ostenta varios doctorados Honoris Causa. Uno por la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas, la Universidad Georgetown, y la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto. En las aulas también ha encontrado un espacio. Imparte docencia en Monterrey y Estados Unidos. Está casada con José María Rico y es madre de un hijo, José María Rico Chinchilla.

“En el fondo, casi todo lo que nos mueve en la vida tiene que ver con utopías, sueños, quimeras. La importancia de tener una aspiración en la vida, es que a pesar de no materializarla, te orientas, tienes un norte, y sabes que hacia allá tienes que moverte”, dice Chinchilla.

Decoración María Beatriz Cordero y Ana Olivares, de la empresa “Eventors”, realizaron un estilismo decorativo con pinos, muy acorde con la época del año.

La propuesta resalta lo sencillo de la Navidad. Trabajaron con tonos azules, transparencias y blancos. Además, basaron su concepto en el eslogan de Costa Rica, “Pura Vida”, simulando un bosque, en honor a nuestra invitada.