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DE CERCA

El momento del retiro

Hace algunos días en las instalaciones de Listín Diario recibimos la visita de la estrella del béisbol, David Ortiz. Como era de esperarse, el toletero de los Medias Rojas de Boston fue recibido con entusiasmo por todos sus admiradores.

Desde su llegada a la planta, Ortiz se mostró sencillo, simpático, humano. Saludó a todos a su paso y con paciencia aceptó fotografiarse y dejar su autógrafo en más de una pelota.

El exjugador de Grandes Ligas compartió un almuerzo con ejecutivos de este medio informativo y por más de tres horas habló de su infancia, sus inicios en el béisbol, su tiempo de gloria y del momento de su retiro.

No debió ser fácil tomar la decisión. “Big Papi”, anunció con mucha anticipación que el 2016 sería su última campaña como jugador activo de Grandes Ligas. Pero esa noche, cuando el público del Fenway Park de Boston pidió que saliera a saludarles una última vez con el uniforme puesto, Ortiz sintió un cúmulo de emociones, según sus propias palabras.

¡Y no es para menos! Con el retiro de David Ortiz, termina una era inolvidable en Boston que será recordada por siempre por los fanáticos.

No hay que ser un experto en deportes para saber el valor del bateador designado de los Medias Rojas de Boston.

“Estoy mentalmente preparado para el retiro. Lo mejor que le puede pasar a un ser humano es estar seguro de lo que ha decidido y ese es el caso mío”, declaró Ortiz en una ocasión.

Sin duda una acción que habla de valentía. La jubilación es una etapa de la vida marcada por cambios profundos. Sobre todo cuando te retiras amando con pasión lo que haces, impulsado por situaciones que no puedes controlar.

El caso de Ortiz me hace reflexionar sobre la situación de decenas de personas que por algún accidente se ven precisadas a alejarse de la vida productiva aun a sabiendas de las limitaciones económicas que tendrán que enfrentar.

Alejarnos de nuestra rutina laboral es mucho más que dejar atrás simples hábitos. Es abandonar vínculos de compañerismo, amigos y planes. El inicio de la jubilación, en una etapa de la vida en la que todavía nos sentimos capaces de desarrollar proyectos interesantes, necesita de un tiempo de adaptación a la nueva realidad.

Ortiz es empresario y presidente de David Ortiz Children’s Fund, una entidad sin fines de lucro que trabaja en favor de los niños con problemas cardiovasculares.

Tiene mucho en que entretenerse.

Pero pienso en los abuelos que dejan en su escritorio una parte esencial de su vida para seguir otro camino. Esos que se refugian en la familia y que en ciertas ocasiones nos negamos a comprender y apoyar. Cada día estoy más convencida de que tenemos en las manos la responsabilidad de comenzar a generar el cambio para propiciar momentos que fomenten un escenario ideal para cuando nos toque el retiro. Y así, como lo hizo David Ortiz, decir valientemente: “Ya pasó todo… llegó el retiro”. ¡Hasta el lunes!

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