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CRÓNICA LIGERA

¡Soy una mujer ‘curvi’!

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Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

Hace un tiempo una amiga cercana me dijo gorda justo cuando me burlaba de mí misma al momento de ordenar, en uno de mis restaurantes favoritos, un suculento desayuno campesino (mangú, huevos revueltos, queso frito y salchichas), claro, con un jugo verde, para compensar... Por un instante reaccioné y cuando de forma directa iba a contestarle me detuve cuando advertí en su expresión sus propias debilidades detrás de su comentarioÖ Sin embargo me considero una mujer ’curvi’, no gorda. Entro en esta categoría por la forma de mi cuerpo, aunque no en la categoría de un peso de modelo, porque no entro en el size plus. Reconozco que lo que influye es la forma de mi anatomía, mi actitud y mi forma de aceptarme, porque gorda no es una ofensa, ni una mala etiqueta, pues ahora las mujeres de tallas grandes estamos invadiendo el mercado de la moda, demostrando que la belleza real está en la conjugación de varios elementos donde se combina la personalidad, la actitud y la silueta natural. Las mujeres ’curvi’ somos decididas, pisamos con fuerza y también podemos ser iconos de glamour. Ser ’curvi’, nos hace auténticas heroínas de carne y hueso, que nos desenvolvemos en distintos roles profesionales rompiendo esquemas, sin que nuestros cuerpos tipo pera o manzana no nos cohíban de realizarnos en distintas áreas o de ser coquetas. Vivimos libres sin tener que hacer trampa con los filtros fotográficos porque no tenemos que esconder lo que a simple vista se ve. Sabiendo imponernos sin complejos, ni ataduras y sacando provecho a la sensualidad y al sexappeal como cualquier mujer delgada. Lo mejor de pertenecer a este grupo de mujeres es la forma de ver la vida, lo que nos hace real y vivir sin competencias, coexistiendo a gusto con nuestro cuerpo, siendo saludables, haciendo ejercicios sin estar atada a una dieta, aceptando que todo se puede de manera equilibrada, sin tener que ser perfectas. ¡Soy curvi! Tengo un estilo de vida que va más allá de mi peso, tamaño y de mis tallas. Hoy en día las grandes marcas han decidido incluir mujeres con curvas en sus nuevas ofertas, sin dejar de lado a las mujeres ‘palo’, lo que ha puesto el término “curvi” en la palestra pública y en las pasarelas. ¡Es cuestión de aceptación! No justifico la obesidad, como tampoco la anorexia, vivo mi realidad de cuarentona lo que me hace disfrutar mi presente, pues suelo hacer humor y “bulling” de mis atributos, aunque tengo un claro concepto de aquellos que se fijan más en la apariencia física y no valoran las cualidades humanas, la capacidad intelectual o la historia de vida de quienes les rodean, pero peor aún, no se aceptan. Yo, por decisión y con orgullo he decidido pertenecer al grupo de las “mujeres curvi” y con ellas ser parte de todas las damas que se aman tal cual son, me gusta tener una imagen adecuada a las diferentes facetas de mujer en la que me desenvuelvo, pero sin que esto me quite el sueño. Hasta la próxima semana, con el poder de Dios.

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