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DE CERCA

Para la mejor visita

Cuando era pequeña, sin parecerme extraño, siempre notaba en mi casa que mi mamá, a la hora del almuerzo, usaba una vajilla para nosotros, mientras guardaba otra para cuando llegara visita. En las habitaciones, sábanas para el diario, otras, más acolchadas y elegantes, para cuando llegara visita...

Y así crecí, guardando también una ropa especial para cuando tuviera que ir algún lugar igualmente especial. Cuidadosamente, mi madre atesoraba para mis hermanas y para mí, un atuendo seleccionado para “cuando llegara la fecha”. Recuerdo que en una oportunidad de tanto guardar un par de zapatos cuando lo iba a usar ya no me servían, pues no llegó a tiempo ese momento esperado. Ahora que tengo hijos y casa propia, además de que sostengo una filosofía de vida distinta, les enseño a mis hijos que el mejor momento es el que se vive ahora. Esa ropa que tanto les gusta es para usarla hoy. Qué mejor día que este en que tenemos el privilegio de ver un nuevo amanecer en salud, lo que de por sí es ya una bendición y una fecha especial.

La vida es tan impredecible. Hoy tenemos sol, mañana puede estar lloviendo. Por qué esperar para disfrutar lo que podemos disfrutar ahora. No guardemos besos para la fecha de cumpleaños, vamos a darlos ahora. Para qué acumular cosas para algún día, si podemos, acumular buenos recuerdos. Nos pasamos media vida planificando un futuro sin la certeza de que llegará. Esa mala manía que desarrollamos los seres humanos de vivir atados al pasado y ansiosos por el futuro, solo termina robándonos el hoy.Mi propuesta no es dejar de soñar en grande con lo que puede llegar, me refiero a pisar firme el presente y disfrutar el ahora. Vamos a diseñar momentos memorables. Que cada segundo sea pleno y gratificante. No es justo dejar pasar los días poniendo condiciones a la felicidad. Cuando termine la universidad, cuando compre una casa, cuando cambie el carro, cuando me case... La felicidad es más que una meta, es todo el camino.

Vamos a estar conscientes de que no hay momentos iguales. Nada en la vida se repite. Todos los días son mágicos, nuevos y especiales. Así que, sin importar el pasado o cuán incierto sea el futuro, vivamos nuestro ahora. Esa llamada para expresar amor, esa frase de perdón que tienes pendiente, esa salida con tus amigas, ese abrazo, ese beso, ese gesto de agradecimiento, no tienen por qué esperar. Para esa ropa especial que tienes en el closet ya llegó el día de estrenarla, esa vajilla hermosa que está guardada por años, úsala para la mejor de las visitas, tú y tu familia.

Después de todo, si lo pensamos bien, también por esta tierra andamos de visita.

¡Hasta el lunes!

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