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EL FORO DE COOPERACIÓN

China ofrece al mundo un plan de conexiones globales y millones para pagarlo

Xi Jinping.

Xi Jinping.

El presidente chino, Xi Jinping, inauguró ante representantes de un centenar de países el Foro de Cooperación de las Nuevas Rutas de la Seda, un gran impulso a su ambicioso plan global de infraestructuras para el que China ofreció hoy 70.000 millones de dólares adicionales de financiación.

Ante casi una treintena de líderes mundiales, entre ellos los presidentes de Rusia (Vladímir Putin), Turquía (Recep Tayyip Erdogan) o España (Mariano Rajoy), Xi promocionó su gran proyecto de expansión de obras públicas chinas a todo el mundo, lanzado por él mismo en 2013, y logró el apoyo expreso de muchos de ellos.

La iniciativa traerá "unos beneficios que compartiremos todos", indicó Xi, quien vinculó los proyectos chinos de ferrocarriles de alta velocidad, puertos, centros logísticos y otras infraestructuras con la antigua Ruta de la Seda que hace 2.000 años, partiendo de China, unió comercial y culturalmente a Oriente y Occidente.

"La Historia es la mejor maestra", sentenció el presidente chino, para afirmar que la economía mundial "necesita nuevos motores" de crecimiento y éstos pueden alcanzarse, entre otras cosas, con carreteras o vías férreas para unir su país con otros.

China propone que otros países se unan a su proyecto tanto en lo financiero como a través de empresas de construcción, pero asume que debe llevar el peso principal del gasto, y en este sentido el presidente Xi anunció hoy una inyección adicional de casi 70.000 millones de dólares a estas Nuevas Rutas de la Seda.

De ellos, 14.500 millones procederán del Gobierno chino y 55.000 millones de préstamos de dos bancos nacionales, que se sumarán al Fondo Ruta de la Seda ya creado por China desde el comienzo de la iniciativa, por valor de 40.000 millones de dólares, así como al capital del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras.

La gran apuesta de integración económica mundial de Xi -con la que, piensan los analistas, China busca mayor influencia política y económica, como la que EEUU consiguió con el Plan Marshall- logró hoy elogios de muchos líderes, entre ellos el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, uno de los asistentes al foro.

Es "un esfuerzo ambicioso y sin precedentes", reconoció, aunque alertó que para garantizar el éxito de este plan que pretende mejorar las conexiones entre Asia, Europa, África e incluso América Latina, "la inversión estimada necesitará ser grande".

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, también dio su visto bueno, pero recomendó invertir en infraestructuras de "gran calidad", que respeten el medio ambiente y mejoren las conexiones de países hoy casi aislados.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, señaló que la iniciativa y el ascenso de China confirma que ya estamos en un nuevo mundo multipolar, aunque esto "no garantiza la paz ni la prosperidad" globales.

Guterres advirtió de que en un mundo lleno de retos, entre los que citó la amenaza terrorista, una de las principales obligaciones ha de ser "revitalizar la cooperación para el bien común, con el fin de construir unas vidas en paz y dignidad para todos".

En la inauguración del foro tuvieron especial protagonismo los presidentes de Rusia y Turquía, por su papel simbólico como países con territorio en Europa y en Asia, y ambos destacaron el papel "prometedor" de los planes chinos de conectividad global.

Putin señaló que en un mundo en el que el proteccionismo se ha convertido en "la norma" hay que asumir ideas "frescas y nuevas".

"Confío en que Eurasia sea capaz de elaborar una sustancial y positiva agenda, encontrar nuevos agentes de crecimiento", expresó.

En este primer día de foro, que finalizará mañana lunes, también participaron representantes de Francia, Reino Unido, Alemania, la Unión Europea, o el primer ministro griego, Alexis Tsipras, uno de los que más entusiásticamente abrazaron durante su intervención las Nuevas Rutas de la Seda.

Sin embargo, la ausencia de jefes de Estado o Gobierno de los países de Europa del norte, además de grandes economías como Estados Unidos o Japón, denotan cierto recelo aún en Occidente hacia los planes chinos, que algunos ven como un paso más de Pekín hacia su ascenso como superpotencia.

En este sentido, llamaron hoy la atención las palabras del representante japonés, el ministro de Economía, Comercio e Industria Yoshifumi Matsumura, quien señaló que su país "dedicará sus propios esfuerzos" a ayudar a otros países asiáticos a desarrollarse, sin concretar si será dentro del paraguas de las Nuevas Rutas de la Seda chinas.

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