Grupo de estudiantes contra el cierre de la Universidad de Puerto Rico

La Coalición Universitaria por el Progreso (CUP) mostró ayer su rechazo a que la Universidad de Puerto Rico cese sus operaciones como protesta por el recorte presupuestario de 300 millones de dólares que sugiere la Junta de Control Fiscal federal al Ejecutivo de Ricardo Rosselló.

La postura mostrada por representantes de esta organización en declaraciones a la prensa se produce a solo dos días de la Asamblea General de Estudiantes del campus de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico -el más importante de la isla- en la que se deberá tomar una postura de consenso sobre el asunto.

Según esa asociación, cerrar las operaciones en la Universidad pone presión sobre el mismo centro académico y no sobre la Junta de Supervisión.

El grupo estudiantil entiende que el cierre puede provocar además que se pierdan los mecanismos de negociación.

Con el cierre de la universidad, apuntaron, se pone en peligro la llegada de fondos federales para investigación.

El orden del día de la asamblea del próximo día 22 incluye una moción para crear un comité de negociación con el Gobierno para abordar el asunto.

Los estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez aprobaron en asamblea la pasada semana un paro de 24 horas comenzando el próximo día 22 en repudio al recorte de 300 millones de dólares, mientras que la comunidad estudiantil de Ponce decretó un paro efectivo desde el pasado jueves hasta el próximo día 23.

La presidenta interina de la UPR, Celeste Freytes, y diez de los once rectores de la institución renunciaron a sus cargos la pasada semana por diferencias en las medidas de ahorro propuestas por la Junta de Supervisión Fiscal.

La Junta de Supervisión Fiscal quedó establecida con la ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, por sus siglas en inglés) aprobada por el Congreso estadounidense el pasado junio para atender el asunto de la deuda de Puerto Rico.