Donald Trump y su nueva política

Las acciones del presidente estadounidense Donald Trump, de gobernar Estados Unidos a golpe de decretos, su insistencia con el muro que México “deberá pagar” y el veto migratorio para los musulmanes de algunos países, permite apostar que, en un futuro no muy lejano, sus enemigos políticos podrían estar a la espera del preciso momento en que pueda violar la ley, para darle el zarpazo que lo lleve hacia un “impeachment”.

Gobernar una nación con leyes preestablecidas como si fuera una empresa personal, no será fácil y sus contrincantes internos republicanos, más que los derrotados demócratas, no permitirán que lleve al país hacia un futuro económico lleno de arenas movedizas.

Al igual que en la época de la campaña electoral del año pasado, el mandatario tiene la capacidad de abrirse varios frentes al mismo tiempo, casi sin respirar, y eso es bastante peligroso.

No es lo mismo la campaña que residir en la Casa Blanca.

No ha habido un presidente reciente que haya enfrentado masivas manifestaciones, como aquellas que evocan el período de la lucha contra la discriminación racial, con el líder Martin Luther King a la cabeza.

Esa obsesión desmedida contra los inmigrantes y su postura contra ciudadanos musulmanes, en una época en que los controles estatales están usando tecnología cada día más sofisticada para derrotar el terrorismo, puede causar mayor odio en el sector.

Los “lobos solitarios”, aquellos seguidores de la teoría de odio del Ejército Islámico, contactados a través de las redes sociales, han tenido éxito en asesinatos masivos en países europeos como Francia, Alemania y Bélgica el año pasado.

Pero de todas las “medidas” tomadas hasta ahora, la que puede tener peor efecto a corto y a largo plazo fue la firma del decreto contra los controles de la ley financiera de Barack Obama, que impedía que el mundo sufriera de nuevo la debacle económica de los años 80, imponiendo restricciones mayúsculas en las transacciones y préstamos bancarios.

Elegido por los sectores opuestos al matrimonio gay, a los afroamericanos en el poder, los inmigrantes, las feministas; los inconformes con la reforma de la ley de salud, los que tienen poca educación y “víctimas del sistema”... ya empezaron a ver las nubes grises en el horizonte. Trump fue el candidato del poder económico y gobernará para ese sector. Apenas tiene 19 días en el poder y faltan unos 1,451 días más.