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GARY JOHNSON

Los "libertarios" se posicionan como la tercera vía en las elecciones de EEUU

El Partido Libertario, de ideología conservadora y ácrata, celebra este fin de semana su convención con el intento de elevar sus apoyos para posicionarse como una alternativa real a demócratas y a los republicanos de Donald Trump.

Gary Johnson, exgobernador de Nuevo México, será con toda probabilidad elegido este fin de semana candidato del Partido Libertario en la convención, que se celebra en Orlando (Florida).

Johnson cuenta con un 10 % de intención de voto, según una encuesta publicada esta semana por Morning Consult.

Si Johnson llegará al 15 % de las media de encuestas tendría derecho a aparecer en los debates de la campaña presidencial, para consolidarse como la tercera opción en estas elecciones generales impredecibles.

La encuestas dan este año el doble de intención de voto para los libertarios de lo que adelantaban los sondeos en 2012, cuando Johnson se enfrentó al demócrata Barack Obama y al republicano Mitt Romney.

Estas elecciones, Johnson podría hacer historia si consigue parte del voto republicano que no quiere jurar lealtad a Trump, que ya ha conseguido el mínimo de delegados de primarias para proclamarse candidato presidencial en la convención de este verano.

"Las ideas de Trump no tienen sentido...la idea de la deportación es una de ellas. La inmigración es algo bueno y la noción de que se puede levantar un muro en todo la frontera es algo de locos", explicaba ayer en entrevista con MSNBC Johnson.

Los libertarios abogan por un papel mínimo del Gobierno federal, respeto a ultranza del individualismo y dar la opción a elegir en temas como el aborto o la legalización de la marihuana.

Este discurso también podría procurar a los libertarios votos en la izquierda que representa el senador Bernie Sanders, el rival de Hillary Clinton, que aboga por el fin de la política de las élites y de las millonarias donaciones.

La entrada de un tercer partido en las presidenciales estadounidense, tradicionalmente cosa de dos partidos, podría introducir un elemento de incertidumbre aún mayor en los comicios y restar apoyos a ambos favoritos.

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