Los rusos llaman al enviado Surcorea

Rusia convocó ayer al embajador de Corea del Sur por los planes de ese país de instalar un escudo antimisiles con Estados Unidos para hacer frente a la amenaza nuclear que representa la vecina Corea del Norte.

Según informó la Cancillería rusa, el viceministro de Exteriores, Ígor Morgúlov, expresó al diplomático surcoreano “la preocupación” del Kremlin por la decisión de Seúl de desplegar en la península coreana el sistema interceptor de misiles a gran altura THAAD.

Una amenaza directa Al igual que ocurre con el escudo antimisiles estadounidense en Europa, Moscú considera que ese sistema es una amenaza directa para Rusia, que comparte unos 20 kilómetros de frontera terrestre con el régimen comunista norcoreano.

Una fuente diplomática rusa advirtió que los THAAD pueden provocar “una carrera armamentista en la región y un agravamiento de la tensión”.

“El lanzamiento espacial (norcoreano) ha sido una buena excusa para anunciar el inicio de las negociaciones.

Seúl las justifica por su propia seguridad y Estados Unidos por la obligación de defender a sus aliados”, señaló esa fuente. Rusia destaca que “los radares de esos sistemas cubren una distancia de 2,000 kilómetros, lo que significa que controlarán el espacio aéreo de Corea del Norte y otras regiones rusas”.