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SALUD

¿Tomarás vacaciones? tu enfermedad no

Vivir con una enfermedad crónica no es un obstáculo para el disfrute.

El paciente crónico, que tiene una condición médica de larga duración y lenta progresión, debe ante todo aprender a cuidarse siempre.

No debe, de ninguna manera, bajar la guardia durante las vacaciones, un tiempo en el cual la mayoría de las personas se entrega al disfrute sin pensar en las consecuencias que esto podría tener sobre su salud.

¿Padeces de diabetes, hipertensión o alguna enfermedad respiratoria, pero quieres aprovechar el asueto de Semana Santa para vacacionar junto a los tuyos? Hay medidas que debes tomar antes, durante y después de este descanso.

Jennefer Orbe Ortega, especialista en medicina familiar y comunitaria, te recomienda someterte a un chequeo médico rutinario antes de irte de viaje, para verificar que tu condición se encuentre bajo control.

“Durante las vacaciones deben mantener un estilo de vida saludable, con una dieta sana y ejercicio, para así poder mantener un control de su enfermedad y tener unas vacaciones agradables”, añade Orbe Ortega. Suena a sacrificio, mas no lo es. Como recalca la doctora, el secreto para cualquier persona, pero más para quienes tienen alguna alteración médica, consiste en prevenir. Es eso… o tener que lamentar.

Prohibidos los excesos

Orbe Ortega insiste en que el paciente no debe descuidar su régimen alimenticio, sino vigilar que los alimentos que ingiera contengan poca sal y grasas (importante para quienes tienen problemas cardiovasculares y elevada presión arterial), así como carbohidratos y azúcares.

Para mantener la buena salud y la hidratación en ambientes calurosos y soleados, conviene ingerir abundantes frutas y vegetales, además de mucho líquido.

“Pueden comerse sus habichuelas con dulce, pero en el caso de los pacientes diabéticos, deben de tener en cuenta que esta no tenga un alto contenido de azúcar y que sea una porción racional”, advierte la doctora.

Si te reconoces débil por este tradicional postre de Cuaresma y dudas que puedas controlarte, lo mejor es que te mantengas alejado de él y que le pidas ayuda a tus seres queridos. Ellos, solo con el fin de cuidarte, seguro se mostrarán más estrictos que tú.

Con relación al consumo de alcohol, la prohibición, por tu propio bien, es estricta.

“El alcohol se metaboliza exclusivamente en el hígado –explica Orbe Ortega–, lo cual tiene importantes consecuencias nutricionales y metabólicas, sobre todo en los pacientes crónicos con estas enfermedades que ingieren cantidades abusivas de alcohol”.

Cuidado con los viajes largos

Además de aumentar el riesgo de sufrir trombosis venosa profunda por permanecer mucho tiempo sin moverse (peligro que asecha a cualquier persona), hacer un viaje largo, ya sea por aire o por tierra, tiene otras implicaciones para las personas que lidian con algún problema de salud.

Si para tus vacaciones de Semana Santa piensas trasladarte a un lugar distante, tienes que asegurarte de que en tu destino haya asistencia médica adecuada para la enfermedad que padeces.

En su defecto, habría que tomar en cuenta que las condiciones de la carretera permitan buscar asistencia médica oportuna y rápida en caso de una emergencia.

Un paciente compensado sí puede hacer sus viajes, señala Orbe Ortega, pero aclara que este deben viajar con sus medicamentos de uso continuo.

Además de llevar su protector solar y sus lentes de sol, estos pacientes deben verificar que la cantidad de medicamentos que llevan en su equipaje sea suficiente para el tiempo que estarán de vacaciones e incluso más. Así tendrán disponibilidad en caso de que una emergencia les impida retornar a casa en el tiempo previsto.

MEDICACIÓN

La especialista Jennefer Orbe Ortega insta a vigilar la medicación de estos pacientes.

“Si no se cumple con las dosis adecuadas y el horario de tomas -señala-, podría aumentar el riesgo de agravar la enfermedad”.

Algunos pacientes, en medio de la diversión y fuera de su rutina habitual, podrían incumplir su tratamiento.

En estos casos, la familia tiene un rol fundamental. Y si se trata de un paciente de edad avanzada, con mucha más razón.

“En pacientes con edad avanzada hay que tener mayor vigilancia, ya que a menudo, por la edad, pueden tener problemas de memoria y no tomar los medicamentos adecuadamente”, explica Orbe Ortega.

Las personas envejecientes, que suelen padecer varias complicaciones de salud al mismo tiempo, necesitan atención permanente.

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