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ECOLOGÍA SOSTENIBLE

Cuando las comunidades quieren, sí pueden…(2)

En Blanco, en la cuenca alta del río Yuna, los comunitarios apuestan al desarrollo del turismo rural, alojan a los turistas en sus casas y les acompañan a conocer el corazón de la montaña

El complejo ecoturístico se encuentra en el paraje El Cruce de Blanco, en el sector Hoyo del Pino. Para llegar, basta con tomar la carretera Los Quemados-Río Blanco y doblar a la derecha en la bifurcación que se forma en el Cruce de Blanco. © Yaniris López

El complejo ecoturístico se encuentra en el paraje El Cruce de Blanco, en el sector Hoyo del Pino. Para llegar, basta con tomar la carretera Los Quemados-Río Blanco y doblar a la derecha en la bifurcación que se forma en el Cruce de Blanco. © Yaniris López

Un aspecto que interesa mucho a las comunidades de la cuenca alta del río Yuna es el tema de la economía familiar. Para ello trabajan en la implementación de un mercado solidario, en desarrollar la producción, mejorarla, diversificarla y comercializarla.

“También queremos potenciar el turismo rural, porque es una alternativa de ingresos económicos”, explica Esteban Polanco, presidente de la Federación de Campesinos Hacia el Progreso (FCHP),. Como parte de esa iniciativa fue construido el Complejo Ecoturístico Río Blanco, en honor a las aguas del afluente que corren al norte del proyecto.

“El turismo es interesantísimo porque le da una participación total a la comunidad. Ahora estamos discutiendo el tema de la capacitación, que los multiplicadores aprendan dos o tres idiomas para que no tengamos que traer gente de otro lado, sino capacitar a los muchachos para que san los guías y los facilitadores de ese proceso”.

Donde primero se alojan los turistas es en las casas de familia. Hay ocho en el Cruce de Blanco. Una de ellas es la de Junior Gerez, un joven multiplicador de 18 de años. La familia de cinco miembros ha recibido turistas locales y extranjeros.

“Le acomodamos una habitación y los invitamos a vivir como nosotros. No comen cosas especiales, comen lo que nosotros comemos. Si un día lo que toca a las doce es guineo con huevo, eso ellos comen también”, comparte Junior.

¿Quejas? “Al contrario, les gusta”, responde. “Hemos recibido visitas de Canadá y en una ocasión nos tocó un coreano. No entendíamos mucho de lo que decía, pero como quiera había conexión y todo salió bien”.

Cuando termine el bachillerato, Junior piensa estudiar Agronomía en la universidad. “En el pueblo uno tiene muchas oportunidades, es verdad, pero las oportunidades que yo veo hasta ahora están aquí arriba, y lo que quiero hacer está aquí arriba”, apunta el joven.

PROTEGER LA CUENCA El norte de la federación es la conservación del medio ambiente y del recurso agua y por ello promueven el uso de energía renovable.

En estos años han construido cuatro mini hidroeléctricas en Piedra de Los Veganos, El Capá, El Chorro y La Ensenada.

“Para nosotros es fundamental conservar la cuenca. Solo nos faltan 25 familias por energía eléctrica en toda la cuenca. Más del 95 por ciento están electrificadas. Esperamos que el año que viene no nos quede una sola sin energía eléctrica renovable”.

Para la conservación son partidarios de la reforestación de una manera integral. Aunque la gente habla de la siembra de café como un programa de reforestación, aquí lo consideran un programa de producción que se puede diversificar mucho más. Con relación a la siembra de cacao, promueven su siembra en áreas bajas para respetar los criterios técnicos que aconsejan mantenerlos por debajo de los 600 metros sobre el nivel mar.

También fomentan la siembra de guineos y frutas. La idea es que las familias tengan diversas fuentes de ingreso. Una de las conclusiones a la que hemos llegado después de tanto andar es que la pequeña producción en monocultivo no es rentable. Es decir, ninguna familia campesina puede mantenerse con 30 tareas de café solamente, ni con 20 tareas de cacao. Ahora, si estas 20 tareas están diversificadas con otros cultivos, ahí sí”, sostiene Polanco, quien confía en las unidades agropecuarias familiares como punto clave e innovador.

¿De qué trata? “Estamos introduciendo el tema del conuco en el patio. Antes, para hacer un sancocho no había que comprar los víveres en el mercado. Hay que rescatar esa producción tradicional porque eso te va a garantizar la seguridad alimentaria de la familia y te va a generar ingresos también. Cultivos como el ñame, el mapuey y la chinola te van a generar excedentes y esos excedentes hay que venderlos”.

ECOTURISMO A 20 kilómetros del centro de Bonao, el Complejo Ecoturístico Río Blanco se construyó como una alternativa a los ingresos de la federación. El lugar dispone de 21 habitaciones que en total pueden alojar 110 personas. El concepto del centro es que exista una representación de todo lo que se puede hacer en la loma: crianza, cultivos, producción de plantas para reforestar y las que necesitan los campesinos para desarrollar sus parcelas.

Senderos con diversos niveles de dificultad, la ruta del café y excursiones a sitios de gran belleza, como el salto El Rodeo o la confluencia de los ríos Blanco y Yuna, forman parte de las opciones a realizar. El lugar es ideal para la celebración de actividades sociales como retiros, encuentros familiares y convivencias. Una carretera en buen estado y franqueada por espesos bosques lleva hasta el lugar en el sector Hoyo del Pino. La altura en estas lomas va desde los 650 y los 1,200 metros sobre el nivel del mar.

¿Cuánto cuesta? El precio es de 1,500 pesos por persona por día e incluye alojamiento, desayuno, almuerzo cena, café y té. Es el mismo precio para locales y extranjeros. Los servicios extras, como transporte, refrigerios especiales y excursiones, deben coordinarse con tiempo. El contacto, si desea visitarlos, es 809.310.5767

GRACIAS AL BAMBÚ Otro de los proyectos que se ejecutan en el complejo es la artesanía de muebles de bambú, una actividad que realizan desde 2008 con estudiantes de las comunidades más remotas que han llegado al tope de su nivel académico en las escuelitas rurales.

Los adolescentes se mudan al complejo hasta que se hacen bachilleres, en una tanda van a la escuela y en la otra aprenden artesanía.

Kelvin Hernández es uno de esos jóvenes que llegó desde El Colorado con 16 años y apenas un quinto grado aprobado. Hoy es estudiante de Ingeniería Industrial en la O & M de Santiago y sigue trabajando como artesano y diseñador de muebles de bambú en el complejo.

¿Qué tal la experiencia?, le preguntó LISTÍN DIARIO.

“La verdadera experiencia no fue tanto el estudiar, porque cuando te refieres a estudiar significa que adquieres conocimiento en la escuela, que es gratis, pero lo que aprendes aquí no te lo dan en la escuela, esa experiencia artesanal, ambiental, social, turística, esa no te la dan en la escuela…”, contesta Kelvin, quien también funge de guía y multiplicador de los proyectos.

DE INTERÉS --- Nacido y criado en las lomas de Blanco, educador de profesión, Polanco ha vivido en carne propia los retos de ser un líder ambiental. En 2007, él y un compañero fueron víctimas de un atentando. “Me tiraron una bomba, a mí y a un compañero, bajando del puente de Blanco”. Luego le quemaron un colmadito que servía para guardar mercancías.

--- Blanco es una sección del distrito municipal La Salvia-Los Quemados que pertenece, a su vez, al municipio de Bonao. El complejo ecoturístico se encuentra en el paraje El Cruce de Blanco, en el sector Hoyo del Pino. Para llegar, basta con tomar la carretera Los Quemados-Río Blanco y doblar a la derecha en la bifurcación que se forma en el Cruce de Blanco.

--- Todas las comunidades que se benefician de los proyectos de la federación pertenecen a la provincia Monseñor Nouel, salvo El Botao, que pertenece al municipio de Constanza (provincia La Vega).

Experto en artesanía de bambú. Kelvin Hernández completó el bachillerato y aprendió a manejar el bambú con la ayuda del FCHP. Estudia Ingeniería Industrial y vive entre Santiago y Blanco, a donde regresa en sus momentos libres para trabajar.  Yaniris López

Blanco es una sección del distrito municipal La Salvia-Los Quemados (municipio de Bonao).  El complejo se encuentra en el paraje El Cruce de Blanco, sector Hoyo del Pino.  Yaniris López

El 50 por ciento de las familias de la cuenca, alrededor de 300, forman parte de la Federación, conformada por otras 15 asociaciones que trabajan en base al desarrollo integral.  Cortesía FCHP

La mejor ayuda para las comunidades es que más personas visiten el complejo ecoturístico, pues de esta forma aseguran los recursos para mantener los proyectos sociales.  Yaniris López

Todavía no somos autosuficientes, comenta Polanco. Pero hacia allá vamos, camino a la autosostenibilidad. La idea es que las familias tenga una producción tradicional que nos resuelva a todos un problema porque prácticamente no tendríamos que gastar dinero en la comida,  que aquí llegue nada más lo que no podemos producir. Para mejorar el área de la producción hay que comercializarla, tenemos que salir de las garras de los intermediarios.  Yaniris López

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