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El arte y las culturas hablan de apropiación

Se ha argumentado que la cultura misma nace de la apropiación. Sin embargo, ha habido algunos debates dolorosos y complejos recientemente sobre lo que es justo o injusto en lo que respecta a literatura, moda y arte.

“Lo que subyace a la idea de la apropiación es la percepción de que algo —o alguien— está ahí simplemente para ser tomado: un estilo de vestir, un relato personal, un continente entero”, escribió Anna Holmes en The New York Times. “No siempre se puede demostrar la apropiación. Pero uno generalmente

Envíe sus comentarios a: nytweekly@nytimes.com. la reconoce cuando la ve”.

Mucha gente pensó haberla visto en un artículo editorial de Hal Niedzviecki, quien perdió su empleo como director editorial de la revista Write debido a ello. En el editorial, decía: “Cualquier persona, en cualquier lugar, debería ser alentado a imaginar otros pueblos, otras culturas, otras identidades. Incluso me atrevería a decir que debería haber un premio por hacerlo, el Premio a la Apropiación al mejor libro escrito por un autor que escribe sobre gente que no se parece ni remotamente a él o ella”.

Si existiera ese premio, también podría ser necesario que hubiera una categoría para la moda, para que Chanel pudiera ingresar su búmeran de 1.325 dólares que presenta su logo de las dos “C”. Esto encendió la internet, reportó The Times, motivando a un observador a comentar en Twitter: “La apropiación cultural hoy sin duda se está volviendo costosa”.

La marca de moda francesa emitió una disculpa diciendo: “No era nuestra intención faltar al respeto a la comunidad aborigen y de isleños del Estrecho de Torres y al significado del búmeran como objeto cultural”.

Chanel no dejó de vender el búmeran, pero al menos nadie confundiría su lustrosa versión en madera y resina negra del arma antigua con arte, donde las líneas están más desdibujadas y son más difíciles de debatir.

¿Debería una mujer blanca pintar una imagen de un niño negro? ¿Puede un fotógrafo contar la verdad a través de su lente si está fotografiando una cultura que no es la suya? Teju Cole escribió en The Times que hay cierta responsabilidad que se asume al apropiarse de dichas cosas, al llamarla invasiva y a menudo violenta. Dijo que el argumento de que los artistas tienen la responsabilidad de contar las historias de otros es “seductora, pero errónea” y añadió: “La responsabilidad hacia las historias de otra gente es real e ineludible, pero eso no significa que la apropiación sea la forma de satisfacer esa responsabilidad. De hecho, se aplica lo opuesto: contar las historias en las que somos intrusos cómplices debe hacerse con imaginación y escepticismo”.

Pero un extraño podría tener una ventaja intrínseca, escribió la autora Rivka Galchen en The Times. “Una razón por la que el arte suele surgir de mirar al exterior y no sólo al interior es que siempre estamos hablando con autoridad precaria”, escribió, “incluso cuando narramos nuestras propias experiencias, quizás particularmente cuando solo hablamos de nosotros mismos”.

Citó al autor francés Gustave Flaubert y al autor ruso León Tolstoi como ejemplos de gente que ejerció tan bien la apropiación que no parece importarle a nadie.

“Estar completamente en contra de tomar algo de otra cultura”, escribió Galchen, “sería condenar todo a la memoria; y de todos los géneros de la literatura, creo que las memorias merecen la reputación de ser las menos ciertas”.

ROBB TODD

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