Muestra

Ese mágico vínculo entre literatura y artes plásticas

Talento. Según Miguel Ángel Muñoz, una de las ideas de este conjunto es que “el público sepa, descubra, que tanto Rafael Alberti, John Berger, Gu¨nter Grass, José Hierro, pintaban”.

Talento. Según Miguel Ángel Muñoz, una de las ideas de este conjunto es que “el público sepa, descubra, que tanto Rafael Alberti, John Berger, Gu¨nter Grass, José Hierro, pintaban”.

El poeta Miguel Ángel Muñoz presentó en México la exposición “Horizontes imaginarios”, un conjunto de cerca de 100 obras que muestran la relación entre literatura y artes plásticas y además desvela al público la faceta menos conocida de algunos escritores que también se dedicaron a la pintura.

El Centro Cultural de España en México acoge, hasta el próximo 13 de agosto, esta muestra que aglutina a 24 artistas internacionales.

Una de las ideas de este conjunto, explicó a Efe Muñoz, es que “el público sepa, descubra, que tanto Rafael Alberti, John Berger, Günter Grass, José Hierro, pintaban”.

Además, “hay muchos pintores que escribieron a lo largo del tiempo”, como Eduardo Chillida o Antoni T‡pies, subrayó el poeta mexicano (Cuernavaca, 1972), de cuya colección personal se han extraído las obras exhibidas.

La muestra ya ha pasado por los estados mexicanos de Guanajuato y San Luis Potosí, pero en esta ocasión tiene características propias como la exhibición de obras inéditas y el hecho de que a cada una de las cinco salas que la conforman se le ha dado un “carácter independiente”, señaló Say Schnabel, curador junto con Javier Rodríguez.

En el inicio del recorrido se establece un diálogo entre artistas iberoamericanos que, aunque provienen de contextos geográficos muy diferentes, coinciden en sus expresiones artísticas.

Aquí se pueden contemplar piezas del chileno Roberto Matta, el mexicano José Luis Cuevas, el cubano Wilfredo Lam o dibujos del poeta español Alberti.

A continuación se presenta una sala que está configurada inspirándose en el estudio de Muñoz. “Es una interrelación de complicidad, de la amistad del poeta que ve el arte y de los pintores, que ven al poeta a través del arte”, señaló Schnabel.

El tercer espacio está dedicado a grandes maestros de la vanguardia -Chillida, Tàpies, Joseph Beuys-, quienes tienen como característica común que la mayoría de ellos coincidieron en París en la misma época.

El recorrido continúa con una sala en que la mayoría de las piezas expuestas son fotografías, con lo que se refleja una “transición” de los artistas de vanguardia, “que representan el pasado, hacia lo contemporáneo, el presente”, indicó el curador.

Representando a “lo nuevo”, convergen nombres como Susana Solano, Chema Madoz, Carlos Saura o José María Sicilia.

Por último, la quinta sala está dedicada a los libros de artista; volúmenes de Muñoz en edición limitada donde sus poemas están acompañados por grabados o serigrafía de diferentes artistas.

Entre los libros se pueden observar “Convergencias”, con arte de Cuevas, o “Secretos marinos”, con Albert Ràfols-Casamada.

Muñoz aseveró que el trabajo con los artistas presentes en la exposición se ha dado de diferentes formas, ya sea a partir de una amistad en común o del trabajo conjunto para algún proyecto.

También hay casos en que la relación con los artistas no ha sido directa, como ocurre con la portuguesa Maria Helena Vieira da Silva o el alemán Hans Hartung. “He escrito mucho sobre ellos aunque no los conocí; forman parte de mi colección y han estado ligados a mi vida por diferentes motivos”, puntualizó el poeta.

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