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PRENSA JOVEN

Lo que mis padres quieren que sea

CONSENSO. LA DECISIÓN DE CUÁL CARRERA ESTUDIAR DEBE SER TRATADA EN FAMILIA, TOMANDO EN CUENTA QUE EL JOVEN ES QUIEN DEBE ELEGIR SU FUTURO ACADÉMICO.

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Estefany Rodríguez VierSanto Domingo

Los padres siempre quieren y desean lo mejor para sus hijos. Dentro de sus posibilidades procuran darles lo mejor y abrirles puertas a nuevas oportunidades para crear personas de bien. Sin embargo, muchos padres a la hora del joven escoger una carrera universitaria sugieren, alientan, conversan y en ocasiones imponen al estudiante a escoger una profesión en específico.

Las razones podrían variar dependiendo de cada caso, según Rosalía Peña, psicóloga y directora de la Dirección de Orientación Profesional de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, algunos padres quisieran que sus hijos estudiaran lo que entienden es mejor para ellos, ya sea por los ingresos económicos o por continuar con el negocio familiar.

Otras razones podrían ser: desear que el joven llegue a ser eso que ellos por alguna razón no pudieron ser o que opten por algo que les permita el ingreso inmediato de dinero.

El núcleo familiar, de forma directa o inconsciente, en el transcurso del tiempo va inculcándole el “tú serás” y “yo quiero que mis hijos sean” en adición a la profesión que desean que el joven estudie. Esto suele darse desde los estudios básicos o desde mucho antes.

Opinión de la experta “El joven se va condicionando de manera indirecta, sembrándole el deseo, el compromiso, el amor por una determinada área del conocimiento, la responsabilidad de que tú tienes que ser alguien en la vida por el buen camino”, explica Rosalía Peña, psicóloga.

La familia tiene influencia en la decisión que los jóvenes toman, porque el que un integrante decida ir a la universidad constituye un proyecto en el cual se ve involucrado el núcleo completo. Aunque es el estudiante el que va al centro de capacitación, detrás está la familia en el apoyo, en la motivación y en el aspecto económico, comenta Peña.

No obstante, la familia debe respetar la decisión tomada por el estudiante, teniendo en cuenta varios factores a la hora de elegir el área en que desea formarse. Ya que de lo contrario se estaría creando un profesional mediocre o impulsando al joven a terminar una carrera con el fin de colgar un título en la pared.

El factor económico es indiscutiblemente lo más importante después del deseo y vocación que se tenga para algo en específico. La motivación e interés, las condiciones de espacio y tiempo y tener claro si realmente se cuenta con las características de los profesionales en esa área son determinantes a la hora de la elección.

En algunos casos cuando el joven decide estudiar lo que realmente le gusta y no es la elección de los padres, estos retiran la ayuda económica.

El estudiante debe tener un amor latente por su carrera, visualizarse en el área del ejercicio, soñar con estar en una posición específica referente a su trabajo.

“Que el joven diga ‘me gusta eso’, ‘yo quiero ser médico por ejemplo’, la carrera es como una pasión que tú tienes que sentirla y vivirla. No es lo que papi quiere que yo estudie, no es lo que mami quiere que yo estudie, es lo que yo quiero y puedo estudiar”.

Peña aconseja a la familia a motivar al joven a estudiar pero dejando que este elija. El tema debe ser consensuado por todos los miembros involucrados, la familia como fuente de apoyo y sustento y el estudiante como ente con decisión propia y plan a futuro.

Testimonios: Nicole Paredes Es actualmente estudiante de Publicidad, sin embargo al iniciarse en la universidad escogió Economía, para complacer a su padre. Solo permaneció en dicha carrera dos cuatrimestres. Comenta que no sentía ningún tipo de interés al asistir a clases, sintiéndose desubicada y fuera de lugar. Por lo que decidió cambiarse de carrera, esto trajo alegría a su madre quien sabía que la Economía no era lo de ella. Por el contrario su padre se molestó, pero al paso de los días se dio cuenta que lo importante era que su hija sintiera amor por la carrera que iba a cursar.

“A veces actuamos por complacer a los padres, en cuanto a esta decisión de escoger la carrera universitaria y no, no debe ser así, siempre hay que pensar en lo que se quiere, en lo que le apasiona, sin pensar si vamos o no a ganar dinero, tu empeño y esfuerzo en lo que te gusta es lo que te hará ganar dinero y ser exitoso”.

Carmen Tapia Cuenta que sus padres querían que estudiara una carrera que dejara beneficios en un futuro. Desde niña le interesó el turismo y era la carrera que llamaba su atención. Sin embargo, al ser joven y no tener decisión propia se dejó influenciar por comentarios negativos de sus padres sobre eso que tanto le apasionaba. Esto le produjo decepción y decidió escoger Comunicación Social. “Aunque no era lo que me apasionaba era la que más encontraba parecía al Turismo”, comenta.

Sus padres no estuvieron de acuerdo con la decisión pero aún así le brindaron siempre su apoyo. Expresa que agradece a sus padres por impulsarla a estudiar una profesión. “Hoy, gracias a ellos, puedo decir que tengo una carrera realizada”.

Marinellys Rivera Narra que a la hora de elegir su carrera universitaria se sentía frustrada, porque en este momento había salido del bachiller con un técnico en Turismo y quería continuar esto a nivel universitario. Sin embargo, su padre le externó que no podía costear esta carrera, dándole la opción de estudiar cualquiera otra o específicamente Derecho, que era la que él quería, con la intención de continuar el negocio familiar.

Luego de analizar la situación, Rivera determinó que el Derecho sería una buena opción, porque tendría el apoyo de su padre y de dos tías, quienes son profesionales en el área.

Aparte de tener la virtud de continuar con el negocio de la familia y contar con un trabajo estable, sus parientes le han servido de tutores y profesores a lo largo de su carrera.

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