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TRAS LAS CORTINAS

Mi corazón y el dolor que lo presiona

¡Hola, queridos lectores! “La primavera dulce que me enseñará a amarte, la primavera misma que me ayudó a lograrte”. Con esta hermosa frase de Alfonsina Storni le damos la bienvenida a la primavera, esa hermosa estación del año que nos invita a soñar y a volar, cual gaviota que emprende vuelo hacia el firmamento.

En medio de tantas noticias negativas me dio con inspirarme. ¡Dios mío, Dios mío! La impotencia invade mi alma por aquellas niñas, adolescentes y mujeres que son vilmente violadas y asesinadas ante la mirada despiadada de sus verdugos, paridos justamente por una mujer, sin sentir la más mínina compasión. Con esos desalmados no hay por qué tener piedad, no importa que sea menor o adulto, por igual se les debe medir con la misma vara. ¡Cómo es posible que en un mismo sector capitaleño y en circunstancias similares se estén violando niñas perfumadas del jazmín de la inocencia y la frescura del lirio anaranjado! Cual botón de rosa comienzan a abrir sus pétalos con su ingenuidad infantil, vestida de traje blanco ante su virginal pureza, y viven tan terrible experiencia ante la indiferencia de las autoridades! Hoy mi corazón se desahoga del dolor que le aprisiona. Me partió el alma ver a un niño de cuatro años abrazado sobre el cadáver de su madre que cayó víctima de la violencia que nos sacude. Señor, ten misericordia del alma de este niño y las tantas almitas y familiares que hoy lloran desconsoladamente la partida de su progenitora, de una hermana, su padre o cualquier otro ser querido caído víctima de la violencia.

Dulce primavera No continuaré cargándolos de comentarios negativos, pero que son parte de nosotros y nos tocan muy de cerca. Se los dejo a las primeras páginas de los periódicos y los noticieros. Me siento muy cargada emocionalmente, así que voy a pasar la página a los encantos que envuelven la primavera, hermosa estación del año en la cual el ambiente florece, llenando cada espacio de nuestra vida de color y alegría, y que como dice una célebre frase es época en la que “la sangre se altera” aumentando la alegría y vitalidad en los seres humanos.

“Desayuno confraternidad” El vestuario de rigor fue el blanco, así lo marcaba el protocolo en la fina y elegante invitación que nos hiciera la Asociación del Voluntariado Hospitalario y de Salud (Adovohs) para acompañarlos a la conferencia magistral “La importancia del voluntariado de salud para un país”, a cargo de nuestra primera dama, Cándida Montilla de Medina, quien con la sencillez y humildad que le caracteriza, llegó al salón La Mancha del Hotel Lina, enfundada en un exquisito vestuario blanco de dos piezas con mangas bordadas en fino encaje de la misma tonalidad. En la entrada del salón le recibieron las representantes de fundaciones, asociaciones, patronatos y voluntariados que trabajan por la salud de los más necesitados, también impecablemente ataviadas de blanco. El servicio voluntario y la labor altruista de la primera dama y un grupo de entidades que trabajan con la salud fueron reconocidos por sus años de entrega y amor hacia los más necesitados.

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