La mejor marca

El temor más grande, estéticamente pensando, luego de una abdominoplastía, es la gran cicatriz que nos puede quedar de extremo a extremo en nuestro vientre bajo. Independientemente de ello, este procedimiento vale más que la pena y a la hora de ver los resultados, lo menos importante será esta marca.

La abdominoplastía se realiza en quirófano, y se comienza con una incisión en la piel que se encuentra ubicada en la zona superior al pubis. De esta forma, el cirujano tiene acceso a toda la zona abdominal para poder realizar la operación con las mayores garantías posibles. Una vez termina el procedimiento, se procede a cerrar la incisión, y será nuestro organismo que marque si la cicatriz está más o menos acentuada.

Poco a poco, nuestro organismo irá respondiendo a la nueva situación relajando la hinchazón y haciendo que la cicatriz se disimule un poco. Debemos tener claro que la cicatriz de la abdominoplastía nunca se llegará a eliminar por completo y que, con el paso del tiempo, lo más que lograremos será disimularla cada vez más.

Una de las ventajas de la abdominoplastía es que la zona donde se realiza la incisión está cubierta por la ropa interior, de este modo, un bikini o simplemente una prenda de ropa íntima, hará que nuestra cicatriz no resulte visible a primera vista en piscina, playa o en momentos íntimos.

Siempre nos hacemos la pregunta de si la cicatriz que queda tras la abdominoplastía es definitiva. La respuesta es sí, pero la calidad de nuestra cicatriz depende 100% de nuestro organismo. Debemos tener bien claro que la cicatriz no se eliminará del todo, aunque sí existen procedimientos dermatológicos que aclaran esta marca que nos recordará siempre una de las mejores decisiones de nuestras vidas.