Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FÁBULAS EN ALTA VOZ

Puntos suspensivos luego de la marcha

No fui. Me arrepiento de no haberlo hecho. Este país es tan mío como de los que se apostaron a las calles a pedir justicia contra los que delinquen disfrazados con saco y corbata.

Cuando veía las imágenes, los videos, y sobre todo las informaciones que confirmaban su éxito me sentí muy mal. Me pregunté: ¿Por qué ellos tienen que salir a defender y a arriesgarse por los cobardes que nos quedamos en casa mirándolos desde la acera de enfrente? No se imaginan cuánto deseé estar ahí. Pero no... me fui a hacer ‘turismo interno’ a San Cristóbal, donde me dieron más razones para protestar por el desorden que hay en nuestro amado país. Con deseos de comer los famosos pasteles en hoja que venden en el lugar, sobre todo en el sitio más concurrido para estos fines, me fui en familia para el cercano pueblo. El producto no es ni la sombra de lo que era. ¡Carne adónde! Con una masa suave engañan al paladar y con unos precios exorbitantes ‘atracan’ al cliente. Sí, así como lo está leyendo. Aquí no solo somos asaltados en la calle y por delincuentes. Son muchos los negocios administrados por antisociales que sin ‘darnos’ cuenta nos roban sin que nadie controle su práctica. No es justo que le cobren a un cliente 135 pesos por una masa de plátano, ligada sabrá Dios con qué. Y peor aún, en un establecimiento sin aire acondicionado y sin la más mínima delicadeza en el servicio. Todos los utensilios son desechables. Pero, qué les importa a las autoridades que deben encargarse de regular este tipo de atropello.

De seguro están muy ocupadas en otros quehaceres que por supuesto no son los que benefician al pueblo.

Por este tipo de conducta y muuuuuchos abusos más es que debemos decir presente cuando se realice una protesta de esas que dejan evidenciado que los dominicanos estamos dispuestos a luchar por el país que nos pertenece. De verdad que aunque no fui a la marcha, estoy más que complacida con los resultados. Porque ¡ya basta! Es tiempo de que todos, especialmente los políticos, llenemos ahora los puntos suspensivos que dejó esa manifestación humana que, desde mi punto de vista revela el sentir de un pueblo que está dispuesto a ‘retroceder’ a unos tiempos en los que la lucha por la libertad, la dignidad y sobre todo la justicia era un compromiso asumido. Claro, la diferencia está en que ahora, la civilización llama a protestar como se hace en una ciudad fabulosa: reclamando nuestros derechos en búsqueda de buenos resultados, nunca tragedia ni atropellos.

¡A llenar los puntos suspensivos de la exitosa marcha!

Tags relacionados