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COSAS DE DUENDES

Amar y sufrir

Una mujer consultaba a un psicólogo porque su marido un día le hace el amor y, al siguiente, le da una golpiza. Ella preguntaba si a esas reacciones tan opuestas de él hacia ella podría llamársele amor. Al enterarme de este caso, me quedé pensando lo mal preparadas que estamos las mujeres frente a la relación con un hombre al cual estamos vinculadas emocionalmente.

La preservación de la integridad propia, esa lucidez para entender cuando alguien está cruzando la frontera de lo aceptable, muchas mujeres la perdemos en el marco de una relación de pareja. Dudamos sobre si el novio o esposo que nos humilla, ofende o golpea puede, también, amarnos y merecer nuestro amor. Ocurre lo mismo cuando nos traicionan. Si una amiga, un compañero de trabajo o un familiar es desleal y nos engaña, reaccionamos retirándole la confianza.

Pero si la traición viene del hombre con quien compartimos la cama, parecemos incapacitadas para decidir si lo recibido fue una afrenta y cómo actuar ante ella. Es que, según el libro “Mujeres que Aman Demasiado”, muchas de nosotras tenemos la concepción errada de que amor significa sufrir y que si no hay angustia, sobresalto y tensión, no hay amor.

Pero este libro aclara que es al revés. Cuando el amor es sinónimo de sufrimiento, no es amor. Una cosa, no plantea que la relación de pareja deba ser un lecho de rosas. Por el contrario, dice que los matrimonios, y en general las relaciones que perduran, están basados en el compromiso, el esfuerzo mutuo, la renuncia a otras cosas y el sacrificio del yo a favor del nosotros. Pero a lo que se refiere este libro es a cuando una relación representa tensión, y no paz; amenaza, y no protección; dolor y no alegría; dudas, y no confianza.

Cuando la aceptación del otro, la entrega, el esfuerzo y el compromiso se inclinan hacia un sólo lado, entonces, esa relación no está basada en el amor, no importa qué tan costosos sean los regalos que recibamos ni qué tan fabulosas resulten las noches de pasión compartidas. Quien daña al que dice amar tiene asuntos pendientes por resolver en su interior.

Asimismo, quien acepta ser dañado, física o emocionalmente, también debe buscar el origen del porqué acepta el maltrato, para ser capaz de enfrentarlo y detenerlo. Porque, que quede claro, no existe ningún diccionario en el que las palabras amor y sufrimiento sean sinónimos.

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