Art Basel más camaleónica y global que nunca

Art Basel Miami Beach cumple 15 años a su propio ritmo, ajena a los vaivenes económicos, omnívora y más global que nunca, con 269 galerías procedentes de una treintena de países hasta configurar una feria que es hoy un continente propio.

Este año ha reunido galerías de los cinco continentes e incorporado 21 expositores que acuden por vez primera a este gran espectáculo de las artes plásticas, donde el negocio, las grandes tendencias modernas y contemporáneas y las fiestas nocturnas y exclusivas se trenzan hasta el próximo domingo.

Atractivo La feria en sus ocho secciones se ha convertido en un polo de atracción internacional cada vez más seductor, quizá el segundo más importante tras Art Basel Basilea, para los artistas, marchantes, comisarios de exposiciones y ávidos coleccionistas.

Esta cita con obra expuesta de más de 4.000 artistas es un camaleón que mantiene imparable su poder de convocatoria.

En 2015, registró la cifra récord de 77.000 visitantes, muchos de ellos turistas, que abarrotaron el recinto ferial del Miami Beach Convention Center y se dejaron arrastrar por un dédalo laberíntico de pasillos, casetas, puestos y galerías.

“Cumplimos 15 años superando tiempos difíciles y Art Basel Miami Beach ha cambiado inmensamente hasta convertirse hoy en un catalizador del arte mundial”, afirmó a los medios Mark Spiegler, director global de la feria.

En un ambiente de entusiasmo, Spiegler puso en valor cómo el arte “se ha vuelto más relevante que nunca antes por el tiempo de desafíos y dificultades en que vivimos”.

“Los tiempos difíciles producen grandes artistas e inspiran grandes obras”, apuntó Spiegler, un hecho histórico que, para Noah Horowitz, director para las Américas de la feria, resulta palpable por “las ambiciosas presentaciones y la transformación asombrosa” que ha experimentado esta cita.

Formidable resulta la apuesta de la prestigiosa galería Gmurzynska (Suiza), que se vuelca en el centenario de la revolución rusa (1917) y el advenimiento de un extraordinario período de vanguardias alejado del arte académico, oficial y socialista que asfixiará la creación a partir de la década de 1930.

Comisariada por Normal Resenthal y con un exquisito diseño de “stand” a cargo de Claude Picasso, hijo de Pablo Picasso, la galería se convierte en mascarón de proa de la vanguardia rusa.

Muestra en Miami Beach obras de artistas como Kazimir Malevich (“Fragmente manuscrito”, 1917), Ilya Chashnik (“Suprematismo”, 1922-23), Vladimir Ivanovich Kozlinsky (“El Marinero báltico”, 1917) o el asombroso artista, fotógrafo y diseñador gráfico Alexander Rodchenko.

((Muestras De poderosa fuerza visual y sobriedad, impacta el diseño realizado por Gustav Klucis para la portada del periódico “Kinofront 1” (1926) expuesta en la galería suiza. Maestros modernos del expresionismo abstracto como la francesa Louise Bourgeois o el estadounidense Philip Guston conviven con los el artista contemporáneo angelino Mark Bradford y el neoyorquino Roni Horno en la galería Hauser & Wirth. Otro formato que predomina en la feria es el trabajo multimedia, con creadores como el estadounidense Sam Durant y su llamativa obra “End White Supremacy” (2008), un cartel luminoso de grandes dimensiones en la que se lee dicha frase.