La abdominoplastia

Muchas veces nos disgusta el exceso de piel que tenemos luego del embarazo o de una pérdida masiva de peso, el cual no importa cuánto ejercicio hagamos, no se va.

Para ese abdomen hermoso que todos soñamos está la abdominoplastia.

Este es el procedimiento quirúrgico mediante el cual se retira el exceso de piel, se refuerzan los músculos debilitados de la pared abdominal (y se corrigen otros defectos de esta), se disminuye el exceso de grasa y se eliminan las cicatrices y estrías por debajo del ombligo. Generalmente se combina con liposucción para unos resultados más agradables.

Afortunadamente, las incisiones para la abdominoplastia se hacen, por lo general, en lugares ocultos por la mayoría de los trajes de baño y ropa interior. Como es necesario eliminar el exceso de piel, esto requiere la creación de una cicatriz cuyo tamaño dependerá de la cantidad de tejido a resecar y que puede ser extensa.

Existen diferentes tipos de abdominoplastia, dependiendo de las necesidades individuales: endoscópicas, miniabdominoplastias, clásica, “fleur de liz” y circunferenciales.

Los resultados del procedimiento casi nunca son inmediatos, pues la inflamación esperada de los tejidos dura aproximadamente de seis a doce meses y dependerá del área tratada y las condiciones individuales de cada paciente.

Debes tener paciencia, pues incluso los primeros días luego de la cirugía estarás con mayor peso y quizás no te sirva tu ropa por razones de hinchazón. Es vital utilizar la faja por el período que tu médico considere necesario, pues disminuirá la inflamación y ayudará a que tu piel se reacomode y retraiga.

Finalmente, no olvides seguir de manera estricta las indicaciones de tu cirujano para que tengas éxito siempre. También toma en cuenta que debes cambiar los hábitos que te llevaron a alterar negativamente tu cuerpo. Reúne joyas, pinturas, esculturas y fotografías

Conjunto de joyas de oro con turquesas y diamantes, de 1962. El Coliseo, la plaza de San Pedro o las fuentes de Piazza Navona han inspirado desde 1884 las pulseras, pendientes y collares de Bulgari, una relación a la que el Museo Thyssen dedica la exposición “Bulgari y Roma”.