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PSICOLOGÍA

Lo bueno y lo malo del psicorrígido

¿Es todo negativo en la conducta psicorrígida? No necesariamente. La psicóloga Fior D’Aliza Alcántara describe algunos rasgos del individuo de ‘mente cuadrada’.

Las personas psicorrígidas no siempre se dan cuenta del efecto que su conducta tiene sobre los demás y sobre sí mismas. Por eso, según la psicóloga Fior D’Aliza Alcántara, necesitan que sus amigos y seres queridos las retroalimenten. Así tendrán la oportunidad de verse en el espejo de los otros.

“Es importante hablar sobre los aspectos negativos de la conducta que presenta, sobre las tensiones que genera en su entorno y sugerir buscar ayuda en caso de que la psicorrigidez afecte su funcionabilidad intelectual, laboral, social, familiar o afectiva emocional”, recomienda la profesional de la conducta.

Aunque la psicorridez se considera un criterio dentro de uno de los trastornos de personalidad, para catalogarla como patológica se debe investigar el impacto que tiene en la dinámica de vida de la persona que la presenta.

“De repente una persona psicorrígida puede ser exitosa, porque sus hábitos le permiten vivir de manera funcional, con planificación, seguir reglas y mantener límites claros en torno a la interacción con otros, pero para otra persona esas mismas conductas pueden tener un impacto negativo”, comenta Alcántara.

Si la interacción con otros se torna rígida o escasa, las reglas inflexibles y no hay apertura al diálogo, si la persona piensa que siempre tiene la razón o está en lo correcto, probablemente empiece a ver consecuencias negativas en distintas áreas, como la social, afectiva o laboral.

Relaciones La psicorrigidez afecta negativamente la vida emocional. La persona se impone barreras afectivas y suprime las emociones positivas.

Por otro lado, aunque haga un esfuerzo por ocultarlo, el psicorrígido es presa del miedo, la culpa y el sentimiento de fracaso.

Por eso, según Alcántara, “suele tener mecanismos compensatorios de liberación, que no siempre son del todo positivos”.

Desde el punto de vista afectivo, dice la psicóloga, la persona puede presentar problemas para establecer vínculos sanos, ser posesiva o simplemente no vincularse porque le cuesta confiar en el otro.

“En ocasiones, las relaciones íntimas con la pareja pueden no ser satisfactorias por entender que deben darse según ciertos parámetros”, añade. “Las posiciones sexuales no siempre son aceptadas”.

Su red social se va cerrando con el tiempo, fruto de su constante evaluación negativa de los demás.

“Como las personas psicorrígidas entienden que son parámetros para los demás o referencia a seguir, suelen descalificar e incurrir en bajo reconocimiento de los demás”, explica la especialista.

¿Eres psicorrígido? Haz una autoevaluación “La mayor dificultad en la psicorrigidez es que no hay apertura al pensamiento circular, regularmente son cuadrados”, afirma la psicóloga Fior D’Aliza Alcántara.

Por eso, agrega, la persona debe autoevaluarse y ver hasta qué punto su “mente cuadrada” afecta su vida.

¿Es tu caso? Piensa:

¿Cómo estás llevando el día a día?

¿Cuál es tu capacidad de disfrute y cómo disfrutas la vida y las relaciones?

¿Qué tanto tiempo inviertes en cuestionar a los demás?

¿Qué tan fácil es para ti escuchar, aceptar y valorar la opinión que tienen los demás sobre tu persona?

¿Qué tan preparado estás para enfrentar el fracaso y la frustración?

¿Qué tanto te permites hacer las cosas de un modo diferente al patrón aprendido? ¿Es todo negativo?

La psicorrigidez suele ser útil para:

ï El alcance de metas.

ï Llevar un plan de vida estructurado, organizado en tiempo y espacio.

ï Para tener, en el plano laboral, un alto rendimiento y competitividad.

ï Para funcionar según el principio de logros y resultados alcanzados.

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