La dieta que funciona

Un plan nutricional conlleva mucho sacrificio, aunque sea una dieta libre-controlada o una predeterminada, requerirá de tiempo y esfuerzo.

Según estadísticas, un cinco por ciento o menos de las personas que han perdido peso deliberadamente lo han mantenido luego de 10 años, mientras que más del 90 % ha aumentado de peso entre tres a cinco años.

Muchas de estas estadísticas se basan en aquellos planes de dieta que responden a: “necesito rebajar 10 libras rápido”, “¿cuál es la forma más fácil de quemar calorías?”, “tengo una boda y el vestido debe servirme”.

La salud y el bienestar deben ser considerados como planes a largo plazo. Si bien es cierto que tener una guía es necesario, debes entender que no existe un final. Tan pronto bajes la guardia, dejes de pensar en lo que comes y saques de tu rutina la actividad física, irás en declive.

Muchos nutricionistas tienden a crear dietas que no son sostenibles. Normalmente se aceptan estas opciones porque no se tiene la paciencia de hacer cambios graduales y comprometerse en un nuevo estilo de vida.

Con toda la propaganda sobre obesidad que se ve en los medios, se entiende que estar “flaco” es estar en salud, pero esto no es así. El peso del cuerpo no necesariamente se relaciona al bienestar general. Todos los seres humanos, por su estatura, poseen un rango de peso que se considera saludable. Puedes verificar el tuyo con la ayuda de un nutricionista o endocrinólogo.

Cuando la dieta no funciona Existen dos grupos grandes de personas cuando hablamos de dieta: aquellos que, aunque quisieran, no se atreven a iniciar ningún plan y se pasan el tiempo criticando a los que lo hacen; y los que hacen dieta por objetivo.

Este grupo está compuesto por la mayoría de las personas. Por ejemplo, aquellas que se pasan ocho semanas en un plan de dieta, para luego pasarse los siguientes meses comiendo descontroladamente porque es Navidad. Y así, seguido finaliza ese período, vuelven a iniciar otro plan.

A todo el mundo le gusta verse y sentirse bien, pero nuestros patrones alimenticios no son saludables y las formas de perder peso tienden a ser deficientes.

Las dietas basadas en pasar hambre, privarse de comer ciertas cosas y pasarse el día contando calorías, atacan la fuerza de voluntad y te alejan de crear un hábito alimenticio sostenible.

El control de calorías Las dietas basadas en contar calorías probablemente te hagan perder peso mientras te alimentas de forma no saludable. Muchas veces se tiende a usar este método para comer pequeñas porciones de comida pobre en nutrientes durante todo el día.

Para muchos es extremadamente estresante contar todas las calorías que ingieren, mientras que probablemente no tengan idea de las que se queman.

Las dietas invasivas o de choque No existe un plan peor que aquel que detiene absolutamente todo en tu vida.

Te verás andando sintiéndote deprimido por no poder comer lo que te gusta y pensando en lo feliz que eras antes de comprometerte en el plan. Esta estrategia está destinada a fracasar.

Las dietas invasivas ponen tu metabolismo lento. Cuando dejas de comer calorías de forma radical, tu organismo entra en modo de supervivencia y almacena grasa para energía, lo cual hará que, una vez termines el plan, vuelvas a tener quizás hasta más libras de las que tenías al empezar.

Lo mismo ocurre cuando decides saltarte comidas para rebajar.

Comprométete con un estilo de vida saludable no con una dieta. Este abarca no solo lo que comes, sino también tus hábitos.

Se requiere de una actitud consciente y cotidiana hacia las acciones que haces en mejora de tu cuerpo y mente.

Restringirte de comer ciertos alimentos así sea de forma parcial o completa, probablemente te limite de recibir algunos nutrientes esenciales.

Tanto las grasas como las fibras, los carbohidratos y las proteínas son necesarias para el organismo. El secreto está en lograr la combinación perfecta de las porciones y la frecuencia.

Los vegetales y las frutas representan el grupo de alimentos que puedes comer libremente. Aunque muchos nutricionistas limitan ciertas frutas por sus altos niveles de azúcares, puedes estar seguro de que siempre serán la opción más saludable. Son ideales para meriendas escolares o entre comidas y puedes comerlos crudos, en batidas y con cáscaras.

La nutricionista Susana Kury considera que un menú de pérdida de peso debe ser balanceado conteniendo proteínas magras, grasas saludables, cereales y granos integrales, frutas, vegetales y agua en las cantidades adecuadas para cubrir las necesidades particulares de cada persona, tomando en cuenta su estilo de vida y gustos.

El objetivo final no debe limitarse solamente a lograr perder libras, sino también a convertirse en un plan de vida sana, incluyendo modificaciones de la conducta que ayuden a mantener el peso perdido a través de los años.

Recomendaciones: ï Antes de tomar una decisión debes conocer la filosofía del nutricionista que elegiste. Si su plan no se acomoda a tu rutina y gustos, cambia de doctor. Muchos doctores tienen métodos específicos, algunos más invasivos que otros.

ï Involucra a tu familia en las decisiones de compra. Comer saludable no debe ser exclusivo para quien desea rebajar. Si tienes niños pequeños es importante que aprendan el valor nutricional de los alimentos.

ï Haz un cambio a la vez. Piensa a largo plazo, en un plan sostenible con el tiempo, un cambio de conducta y actitud. Si bien es cierto que necesitas de un régimen controlado para lograr ciertos objetivos, también lo es que todo lo que vaya en contra de tu voluntad terminará fracasando.

ï No más dietas extremas de choques bruscos. Piensa en salud y bienestar general, ya que sin darte cuenta, te encontrarás en tu peso ideal. He ahí el secreto de la única dieta que funciona.

ENTRENADORA CERTIFICADA EN CLASES GRUPALES Y COAH DE SALUD Instagram:@dafneedefrias Snapchat:@dafneedefrias Facebook:Dafnee De Frias