Adecuado estilo de vida para ser siempre joven

Aunque por lo regular a todas las personas les gustaría llegar a tener una larga vida, algunas se resisten a la idea de acanzar la vejez. Desafortunadamente se concibe esta etapa natural de la vida como un sinónimo de enfermedad, soledad y tristeza.

No es así. Aunque la edad es uno de los temas que más evaden las personas por razones distintas; hay quienes tienen la creencia de que es solo un número y sé es tan viejo como se siente el individuo. El gerontólogo y terapista físico, especialista en el Campo de las Ciencias de la Salud Pública y Gerontología, Juan Rodríguez Candelaria dice que en algunos casos el miedo a envejecer puede estar vinculado al temor de no ser tratado igual, pues ya se ha perdido mucho la costumbre de mostrar cierta admiración y respeto hacia aquellos que se encuentran en esa etapa vital.

¿Pero qué pasa cuando llegamos a una edad avanzada? Cada vez es más complejo llegar a la vejez de forma saludable. Cuando se llega a ser un adulto mayor se quiere seguir siendo útil y productivo, y uno de los grandes temores es perder la independencia sobre todo en este mundo tan competitivo en el que tener que pedir ayuda, pareciera ser un fracaso.

Rodríguez Candelaria explica que, en cuanto al aspecto físico, a pesar de los cambios en la apariencia se sigue siendo la misma persona con o sin canas, con marcas de vejez o sin ellas. Lo esencial es llegar a viejos y vivir al máximo cada experiencia, pues es una etapa tan normal como la infancia misma, el reto es llegar a vivirla.

Explica que las personas suelen mostrar mayor resistencia a los cambios físicos que con el paso del tiempo van experimentando como la disminución de la movilidad, la agilidad, tener que hacer un mayor esfuerzo para realizar las funciones que antes hacían sin ningún problema, la disminución de la capacidad vital pulmonar, la perdida de funciones motoras como la visión, la audición y el gusto.

“Con el tiempo hay condiciones que son más frecuentes, pero son problemas o enfermedades que no necesariamente hay que tenerlas en la vejez. A todo esto la gente lo que no quiere es depender de otro, ya sea por discapacidad física o mental, debido a enfermedades crónicas y la mayoría de ellas son prevenibles”, puntualiza el erontólogo y terapista físico.

Sobre los cambios de comportamientos que más les afectan a las personas cuando envejecen, cita la autonomía para tomar decisiones. “Ya no recuerda por ejemplo abrir un frasco, como cuadrar sus cuentas bancarias, debe depender de otra persona, pero lo que más le molesta a esas personas adultas mayores son las decisiones que otra persona está tomando por ellos, porque siente que está perdiendo su autonomía como persona y va a ser co-dependientes de otra persona”, comenta.

Al referirse al cambio que experimenta la familia de un envejeciente, el especialista considera que nunca los hijos piensan que van a ver a sus padres envejecidos o con algún tipo de enfermedad que los va a llevar a que dependan de ellos. “Qué sucede con nuestra rutina como hijo cuando esto sucede. Definitivamente tiene que cambiar porque tenemos que traer a nuestros padres a nuestra agenda cotidiana para que sea inclusiva y no se sientan aislados. También tenemos que ver si el envejeciente está o no incapacitado, si el adulto mayor tiene discapacidades o alguna dependencia, usualmente se involucra toda la familia, pero si es independiente es muy probable que esa familia dependa de él si se trata de los que siguen aportando a la sociedad”.

Educación es clave para vejez digna Juan Rodríguez Candelaria estuvo en el país participando con la charla ‘Terapia Cognitiva y Estimulación Mental hacia la Persona Adulta Mayor’, durante el seminario que, por tercer año consecutivo realiza Tena, una firma experta en el cuidado del adulto mayor. Durante su participación el especialista habló sobre la calidad de vida de un envejeciente, la que entiende ha cambiado debido a los avances en la medicina y en la tecnología. Desde su punto de vista, estos han ayudado a que uno se eduque más para comer saludable, descansar y realizar ejercicios porque a través de las tecnologías se presentan pautas para mantener una vida saludable el resto de los días.

“Es a través de la educación que podemos lograr que el adulto mayor entienda todas estas cosas. Nunca es tarde para comenzar, seguir programas preventivos para mejorar la calidad de vida, y saber que la prevención es la clave para tener una vejez digna y que podamos disfrutar a plenitud. Es importante lograr las metas que queremos como adulto mayor, o que desean los hijos para que sus envejecientes tengan una mejor calidad de vida”, agrega Rodríguez.