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FAMILIA

Un amor que alimenta

¿Estás embarazada y quieres lactar de forma exclusiva? Debes hacérselo saber a tu médico, pero también tendrás que informarte, buscar apoyo, adquirir implementos que hagan más fácil la tarea... y perseverar.

La lactancia materna tiene ventajas para la sociedad en su conjunto. No solo para el bebé y la madre. “Hay menos gastos de salud y eso es bueno porque el gasto público disminuye y los miembros de la sociedad son más sanos”, afirma Nelly Escotto, médico de atención primaria y asesora médica del Centro Prenatal Dulce Espera.

Se trata, además, de una alimentación más ecológica. Cuando una madre amamanta de forma exclusiva, no se producen restos de biberones y no hay que usar energía o combustible en procesos de esterilización.

Eso sin contar que la lactancia materna exclusiva disminuye los gastos de la familia por concepto de compra de fórmulas y ayuda a espaciar los embarazos de manera natural.

No obstante sus ventajas, señala Escotto, “nuestro sistema de salud está configurado para que los bebés sean alimentados con leche de fórmula”.

Por eso, los padres que deciden lactar de forma exclusiva deben hacérselo saber a sus proveedores de salud. También tienen que informarse, buscar apoyo, adquirir implementos que hagan más fácil la tarea y perseverar.

Escotto cita diez claves que te ayudarán a tener éxito durante el proceso de lactancia.

Ventajas Al impartir la charla “Diez claves para una lactancia materna exitosa”, Nelly Escotto orientó a las madres desde el punto de vista médico, pero también desde su perspectiva como madre lactante. “La lactancia -dijo- es lo mejor para el bebé ya que fue diseñada por el mismo que diseñó al bebé, para que este fuera alimentado. Tiene un diseño celestial”.

Estas son algunas de sus ventajas: ï Cambia para adaptarse a las necesidades del bebé, “algo que no podemos obtener con la fórmula”.

ï Contiene inmunoglobulinas que inmunizan al bebé frente a ciertas enfermedades.

ï Impacta la salud a largo plazo: un bebé lactado, en su adultez tiene menos posibilidades de sufrir obesidad o diabetes.

ï Vínculo emocional: le brinda al niño todo cuanto necesita, incluida su madre.

ï Buena para mamá: disminuye el sangrado posparto, ofrece mayor comodidad (no hay que esterilizar o preparar biberones) y hay menos depresión posparto.

10 claves para una lactancia exitosa El éxito de la lactancia materna exclusiva comienza a gestarse antes de la llegada del bebé. Si deseas amamantar a tu criatura, durante la espera te embarcarás en una constante búsqueda de información, crearás una red de aliados que apoyen tu decisión y te “armarás” con insumos que te ayuden en esta hermosa tarea.

Nelly Escotto, médico de atención primaria y asesora médica del Centro Prenatal Dulce Espera, dice que las claves para una lactancia exitosa abarcan tres etapas: antes del nacimiento del bebé, durante su primer mes de vida y, finalmente, el período posterior al establecimiento del hábito.

Escotto ofrece diez consejos para llevar a feliz término este proyecto de amor que consiste en nutrir a los hijos con leche materna.

No siempre funcionarán con la precisión de un reloj suizo, advierte. A pesar de ello, exhorta a no rendirse.

“Aunque todo pinte gris”, asegura Escotto, “cuando perseveramos en este hermoso acto que es la lactancia materna, es posible”.

INFÓRMATE Escotto cita un estudio de la marca Lansinoh, según el cual la principal razón del fracaso en la lactancia es la falta de información. No esperes a dar a luz para buscar orientación; investiga el tema a lo largo de tu embarazo, especialmente en el último trimestre. ¿Dónde? En fuentes confiables como La Liga de la Leche, ginecobstetras y pediatras pro lactancia, consultoras, madres que hayan lactado y hasta en la web. “Siempre que uses estos medios -advierte la doctora- debes utilizar también tu sentido común y tu instinto materno. Siempre que encuentres una información debes validarla, y buscar fuentes confiables”.

CONSIGUE ALIADOS “Es muy importante conseguir aliados en este proceso y el primer aliado que debemos tener es el papá del bebé, el esposo o compañero”, señala Escotto. Otros aliados incluyen a proveedores de salud (ginecólogo, pediatra y enfermeras deben saber de tu decisión de amamantar, y respetarla), grupos de madres lactantes (pueden interactuar por las redes sociales o por mensajería) y alguna consultora en lactancia (haz el contacto antes de necesitarla).

PREPÁRATE Dispón de implementos que faciliten la lactancia, antes del alumbramiento: crema para pezones, almohada de lactancia, extractor, un lugar especial para dar el seno (una silla o mecedora cómoda), canasta de lactancia o de hermano mayor (puede contener libros, tu música favorita, pañales, baberos, toallas húmedas y, si tienes hijos mayores, libros para colorear o juguetes que los entretengan mientras das el pecho). “No significa que debamos comprar las opciones más caras del mercado. Si no podemos tener una almohada exclusivamente de lactancia, podemos usar una almohada cualquiera siempre que sea firme. Si no puedes comprar un extractor eléctrico, usa uno manual; si no puedes tener uno manual, se puede extraer a mano”.

EMPIEZA LO ANTES POSIBLE Se recomienda dar el seno al recién nacido en el período que va desde el mismo momento del nacimiento y su primera hora de vida. ¿Es tu deseo que ocurra de ese modo en tu caso? Entonces, comunícaselo a tu médico. Escotto señala que, tristemente, los centros de salud del país suelen dar fórmula a los recién nacidos sin consultar a los padres.

De no ser posible amamantar a tu retoño en la primera hora, por circunstancias relacionadas con tu salud o la del pequeño -o algún problema logístico-, “no te dejes caer, no pienses que la lactancia no va a ser exitosa; hazlo desde que se pueda”, exhorta la especialista.

CREA LAS CONDICIONES Cuando tengas el primer encuentro con tu criatura, descubre tus pechos completamente y quítale al bebé toda la ropa que puedas. Así habrá un contacto piel con piel. “El recién nacido tiene un olor característico que estimula la bajada de la leche. Mientras más desnudo esté, más penetrante será ese olor”, explica Escotto.

De ese modo, además, buscará tu calor. Ya en casa, aliméntalo a libre demanda (cada vez que quiera), aprende a reconocer las señales de que tiene hambre (“no se debe esperar a que llore para lactarlo”) y evita los bobos y biberones (el bobo entretiene al nene que necesita succionar y el biberón se agarra de forma distinta al pecho haciendo que el chiquillo se confunda y pueda hasta rechazar el seno).

AGARRE Y POSICIÓN De acuerdo con Escotto, un buen agarre hace la diferencia en aspectos como la producción de leche, el aumento de peso del niño y la prevención de molestias en el pezón.

¿Cuándo hay un buen agarre? Cuando el pezón llega hasta el paladar blando de la boquita del bebé y la areola llega al paladar duro. Para que haya un agarre correcto, además, tanto la nariz como el mentón del pequeño deben tocar el seno, mientras que el labio superior e inferior deben estar evertidos (hacia fuera). “Un bebé que está bien agarrado succiona, traga y respira rítmicamente”, explica la doctora.

PRODUCCIÓN Muchas madres se preguntan si producen suficiente leche. Hay claves para saberlo: el bebé orina y hace deposiciones suficientes, y está aumentando de peso. Escotto advierte que durante las “crisis de crecimiento” el bebé querrá pasar más tiempo pegado al seno, pero tu cuerpo necesitará un tiempo para responder a esa demanda.

El niño se sentirá uno o dos días muy deseoso de alimentarse y esta succión continua hará que se produzca más leche. “A mayor succión habrá mayor producción, así que si la madre quiere producir más, lo que tiene que hacer es colocarse más el bebé al pecho”.

LOS QUE OPINAN “Eso es una esclavitud”, “Dale un biberoncito de refuerzo”, “No duerme de noche porque se queda con hambre”. Posiblemente escuches frases como estas durante el proceso. Siempre habrá quien, con sus comentarios y opiniones, quiera predisponerte y convencerte de no lactar de forma exclusiva como te has propuesto.

Aunque debes tratar a estas personas amablemente, Escotto dice que también debes estar preparada para responder a sus críticas con información sólida y veraz.

REGRESO AL TRABAJO Un mes o tres semanas previo a tu regreso al trabajo, comienza a crear un banco de leche. Escotto recomienda probarlo antes de volver a trabajar: ve descongelando algo de leche y dándosela a la criatura para que acepte esta nueva forma de alimentación. Antes de reintegrarte a tus labores, conversa con tus superiores sobre la forma de manejar tu caso. Por ley, tu empleador debe proveerte un lugar donde realizar las extracciones y darte para ello un descanso de 20 minutos cada dos horas. “Traza, junto a tu pareja y tu familia, una meta de cuánto tiempo vas a lactar a tu bebé”, aconseja la doctora.

CUIDA TUS SENOS Cuídate para prevenir problemas como mastitis, grietas y dolores. Evita usar ropa pesada (para ayudar a sanar grietas tus senos necesitan airearse), lubrica tus pezones (empieza a hidratarlos al menos tres semanas antes de dar a luz, con alguna crema diseñada especialmente para este fin y que no necesite retirarse antes de colocar al niño al pecho), higienízalos solo con agua durante la lactancia (no uses jabón en esta área) y trata de exponer la zona al sol... en la medida de lo posible.

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