RD Thomas May y sus aportes a la botánica

Thomas May, científico de origen alemán que falleció el pasado mayo en Ecuador, dejó una huella de inestimable valor científico para República Dominicana, donde impulsó proyectos, evaluaciones e investigaciones para el desarrollo de la botánica.

Su formación abarcó estudios en la Universidad de Friburgo (Alemania), donde en 1983 obtuvo su título de Biología, con especialidad en Geobotánica, Limnología y Ciencias de Suelos.

En 1984 inició sus estudios de Geografía en la misma universidad. Y cinco años más tarde presentó su tesis para optar por el título de Doctor en Ciencias.

En 1992 viene a República Dominicana como cooperante del Servicio Alemán de Cooperación Social y Técnica (DED), en el manejo de la Reserva Científica Ébano Verde y su zona de amortiguamiento, con la ONG Fundación Progressio. Entre 1998 y 1999 trabajó en la Evaluación Ecológica Rápida del proyecto Madre de Las Aguas, en la Cordillera Central.

En 2002, May se involucró de forma muy activa en el inventario y evaluación de la flora apícola de diferentes zonas del país. El trabajo fue hecho en conjunto con el Jardín Botánico Nacional y con la colaborando de la Red Apícola Dominicana y la Asociación de Apicultores de la Línea Noroeste (Villa Vásquez, hoy Cooperativa Apícola y de Servicios Múltiples Ángel Ferrer).

Como cooperante de la DED y con la ONG Fundasep, colabora en San Juan de la Maguana en temas de agricultura sostenible, reforestación y planificación participativa del uso de la tierra, hasta el año 2013.

Realizó también una labor a corto plazo con la GIZ Haití, haciendo un estudio sobre sistemas agroforestales con café y conectividad de paisaje (2013-2014).

En 2014 viaja a Ecuador para desarrollar labores como experto integrado en la gestión de proyectos de investigación y desarrollo de estudios de posgrados con la Universidad Estatal Amazónica (UEA) y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ).

Legado Su quehacer profesional deja un legado de 56 publicaciones de divulgación científica, 61 de temas ecológicos, botánicos y geográficos en revistas científicas, actas de congresos y simposios. También impartió docencia universitaria en Ecología, Botánica, Biología, Climatología y Suelos.

Compartió su experiencia práctica en apicultura en Alemania, España y República Dominicana.

Su forma de actuar en la vida, tanto profesional como personal, dejó enseñanzas valiosas sobre la participación activa y la innovación en los procesos de aprendizaje de la vida, extrayendo enseñanzas de la naturaleza.

Todos estos aspectos fueron resaltados en un homenaje que le rindió el Jardín Botánico Nacional al acoger sus cenizas.

CEREMONIA EN EL PAÍS Durante el homenaje estuvieron presentes la viuda, Rosaura Gutiérrez, sus cuatro hijos y su nieta, además de autoridades del Jardín Botánico, encabezadas por su director Ricardo García, quienes resaltaron su prolífica labor en las investigaciones que desarrolló.

El árbol de balatá (Manilkara bidentata) plantado en la ceremonia-homenaje es de madera resistente, de alta durabilidad y que está presente en algunas islas del Caribe, así como en América del Sur, en países como Brasil y Ecuador, entre otros lugares donde May dejó su legado.

Tal y como resaltaron durante la actividad directivos del jardín Botánico, fue difícil encontrar una planta que representara tan bien la misión de May.