HOY ES DÍA DE LOS PADRES

Padres resilientes

Avatar del Listín Diario
Ivelisse VillegasSanto Domingo

La resiliencia es la capacidad de una persona o de un grupo para desarrollarse bien y seguir proyectándose en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores que le sucedan.

Así la define Boris Cyrulnik, uno de los psiquiatras y sicoanalistas precursores de esta teoría.

El neurólogo de origen francés entendía que las personas, aunque enfrenten condiciones de vida difíciles y traumas, a veces graves, pueden salir adelante con esfuerzo y trabajo permanente, y dar lo mejor de sí mismas individual y humanamente.

Partiendo del criterio de que no es una cualidad inherente a las personas, es decir que los seres humanos no nacen resilientes, la sicóloga clínica Fior D’Aliza Alcántara asegura que para desarrollar esta capacidad se requieren condiciones psicoactivas y sociales que garanticen el desarrollo de vínculos seguros alrededor de la persona, en especial de aquellas que cumplen un rol como la paternidad.

Construcción social Desde épocas muy remotas hasta la actualidad las tareas del padre han estado relegadas al rol de proveedor, acompañado de un sistema de crianza y creencias que mutila el desarrollo y la expresión de afecto sano en el hombre desde temprana edad.

“Estos sistemas de creencias adquieren valor en la medida que les enseñamos a los hombres que su principal atributo es la virilidad masculina. Los criamos para conquistar, seducir y en menor condición para proveer alimentos o bienes materiales”, expresa.

En una sociedad machista y patriarcal como la dominicana el hombre es construido como un ser insensible que no puede ni debe expresar sus sentimientos. Es el fuerte, que no puede llorar, el que manda y provee.

Esta construcción social se convierte en una transacción generacional, y torna al hombre en un ser incapaz de expresar afectos y sentimientos, y a veces violento.

Paternal “Desde nuestra experiencia profesional entendemos que la resiliencia paternal es la capacidad que puede desarrollar un hombre para superar su propia historia, sobreponerse a las adversidades o mala experiencia generacional y construir fuente de amor, cuidado y vínculo seguro con sus hijos e hijas”, asegura Alcántara.

La resiliencia paterna es aplicada por muchos hombres en el mundo, aunque diversos autores han demostrado que algunas personas desarrollan más capacidades que otras para resistir las experiencias difíciles de la vida.

Dentro de estas experiencias pueden encontrarse las enfermedades incapacitantes, el abandono y la ausencia de vínculos primarios a temprana edad, muerte súbita de uno de los padres durante períodos cruciales de la vida como la infancia, la niñez y la adolescencia.

El amor es innegociable

Para desarrollar y fortalecer las capacidades resilientes el padre debe trabajar ciertos aspectos, como por ejemplo romper con el mal hábito de que para amar a un hijo este tiene que portarse bien. El amor es innegociable y la disciplina es otra cosa, dice Alcántara.

El padre debe garantizar y promover incondicionalmente el amor entre los miembros de su familia.

Aunque sea ente proveedor y figura principal del hogar, no lo sabe todo, y por eso debe darle participación a sus hijos para que ellos puedan ayudarlo a ser un mejor padre.

“Parafraseando los apuntes del neuropsiquiatra y psiquiatra infantil Jorge Barudy en su obra ‘Los buenos tratos a la infancia’, encontramos un capítulo en el que plantea que un padre bien tratante debe propiciar espacios para relacionarse con sus hijos y estimular el afecto y el contacto de forma amable para que se sientan protegidos”, expresa Alcántara.

Apoyo. La construcción de vínculos es un proceso que se da en la convivencia cotidiana.

Fior DAliza Alcántara

Tags relacionados