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Fríos destinos, cálida estadía

Invierno. Iglesia rodeada de nieve en Rovaniemi, la capital de Laponia y ciudad natal de Santa Claus.

Invierno. Iglesia rodeada de nieve en Rovaniemi, la capital de Laponia y ciudad natal de Santa Claus.

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Ynmaculada Cruz HierroSanto Domingo

Laponia es el pueblo de Papá Noel. Caminar por la nieve en el pueblito de Rovaniemi, tomar chocolate caliente en tazas de madera y compartir con Santa es algo que no muchos han podido experimentar.

El traje rojo colgado en un mueble no deja duda de que ahí hay alguien interesante por conocer. Los niños no lo dudan, saben que están cerca del personaje que da vida a la Navidad. Durante una hora Papa Noel sostiene una linda conversación con todos los pequeños que visitan el lugar, y con quienes comparte un chocolate caliente en tazas de madera, galletas de jengibre. Los niños conversan con el personaje y le cuentan sus inquietudes y deseos.

Así lo relatan dominicanos que han vivido la experiencia de ir con sus hijos y familia a conocer de cerca la magia de Laponia. Luz García con su hijo Miguel Ángel, Patricia Alvárez y su familia, así como Angelita Elmúdesi, cuentan sus vivencias en un exótico destino donde es fácil olvidar el calor agobiante que durante todo el año se vive en República Dominicana.

Un consejo que ofrece Luz para los que deseen vivir la experiencia es hacer el viaje en familia. “Porque aquí, no importa la edad, todos volvemos a ser niños y a compartir y gozar de unos momentos únicos para nosotros los que vivimos de este lado del planeta”.

Durante tres noches los visitantes viven momentos inolvidables de la Navidad. Luego regresan a París, en donde, ese último día, tienen la opción de visitar la ciudad, sus museos, sus calles y la emblemática Torre Eiffel.

Magia En este lugar, cada aparición de la aurora boreal es única y maravillosa. En algunas ocasiones observas tres bandas verdes, dibujando un cuadro en el cielo nocturno. Otras veces se muestra como una cortina de verde eléctrico o como un tornado de luz. El color es un verde luminoso a veces con un toque de rosa en los bordes y ocasionalmente violeta en el centro. Cuando es muy intensa, la aurora muestra una explosión final durante uno o dos minutos en forma de corona. Tras ese estallido luminoso, la aurora se termina de golpe y te preguntarás si ha sido real o un bonito sueño”, así la describen quienes han tenido la suerte de ser parte de este especial momento de la naturaleza.

¡A conocer la fría magia de Laponia! ¿A qué dominicano no le gustaría disfrutar de la magia de un destino turístico de clima fresco? Realmente pocos se resistirían a esta tentación, sobre todo cuando se siente un calor infernal como el que caracteriza no solo este verano, sino el clima del país.

Afortunadamente, en los últimos años, muchos han aprendido a buscar alternativas que le ayuden a vivir la frescura de un destino turístico, y ante ello, surgen diversas propuestas para dar ‘heladas’ respuestas a esa necesidad.

Laponia es una de las 19 regiones de la República de Finlandia. Su capital administrativa es la ciudad de Rovaniemi y es allí precisamente en donde reside Papá Noel, también conocido como Santa Claus.

Visitarlo no significa solo conocer otro destino, sino vivir la magia de compartir y descubrir al místico personaje, así como a sus ayudantes conocidos como los elfos. Sus visitantes también pueden participar de una gran cantidad de actividades al aire libre, como safari, en motos de nieve, trineos de reno, de perros ‘huskys’, raquetas de nieve, pesca en hielo, cenar en un iglú y la experiencia más inolvidable: ser testigo de la aurora boreal.

Hay dominicanos que han vivido la experiencia y no dudan en repetirla, porque cada viaje deja una historia qué contar. En diciembre pasado, y a través de la agencia de viajes Global Travel, la comunicadora Luz García y su hijo Miguel Ángel Soto descubrieron la magia de este destino.Viajaron desde Santo Domingo hacia París y luego hasta Helsinki, capital de Finlandia, para de inmediato trasladarse a la ciudad de Rovaniemi. Duraron seis días en el destino.

Angelita Elmúdesi también tiene mucho qué contar al respeto.

“Como familia nosotros hicimos un viaje de 10 personas y pudimos estrechar los lazos familiares en medio de la belleza de Laponia, compartir como si fuéramos niños en todas las actividades y vivir la emoción de que nuestro pequeños conocieran a Santa Claus, es la mejor experiencia que hemos experimentado como familia”, relata.

La travesía La ruta comienza con la llegada a Disneylandia, en París, aquí se disfruta de los parques durante dos días. Luego se pernocta en el hotel de Disney en la capital francesa.

“Para mí y mi hijo se trató de unos momentos inolvidables, y es que aparte de la hermosa experiencia, es de las pocas veces que hemos tenido la oportunidad de viajar solos y compartir, sin la compañía de nadie más, madre e hijo, y lo vivimos a plenitud”, comparte Luz.

El desarrollo de este tema nace precisamente por lo exótico del destino y porque otros dominicanos podrían disfrutar de esta experiencia.

Es que Laponia es un destino turístico muy conocido por los europeos, pero para los latinos parecería un mundo irreal, en donde se experimenta la magia de la Navidad, y los niños hacen realidad su sueño de conocer el pueblo de Santa. Y es así como luego de dos días de disfrutar el Disney de París, en donde, además, los personajes acompañan a los pequeños a desayunar, se toma un avión y partimos al destino esperado: Laponia.

Allí, con temperatura de 25∫C bajo cero, somos recibidos por los ayudantes de Santa. Para poder disfrutar de esta experiencia al máximo y que el frío no sea un inconveniente, el programa incluye un traje térmico especial que se viste durante la estancia.

Aunque encontrar temperaturas extremas podría significar un problema, si se sigue las instrucciones básicas, no será inconveniente para disfrutar la experiencia

Como de cuento Quienes han visitado este destino no pierden la oportunidad de contar su experiencia de sentirse parte de un mundo mágico. Lo primero es que los perros huskys cantan el tradicional tema navideño con sus ladridos, algo que hasta se ve de cerca, algo que se cree es solo cosa de películas de Disney; pero se vive en la realidad. Como adulto allí se vuelve a ser niño y si tenemos la oportunidad de vivirlo con ellos, se hace todavía más interesante.

Luz lo define como un punto extremádamente atractivo, y confiesa que hasta que lo vió de cerca creía que las imágenes de ese pueblo solo existían en postales navideñas. “Y tu sentirte parte de esa postal navideña, disfrutar de los trineos tirados por los renos, paseos en motos de nieve por las montañas, es una cultura diseñada para que los adultos vuelvan a ser niños y los niños crean, realmente, en Santa Claus”.

Una de las experiencias más inolvidables para los visitantes es ser testigo de la aurora boreal, un fenómeno atmosférico que consiste en la aparición en el cielo de manchas y columnas luminosas de varias tonalidades y que es producido por la radiación solar; puede observarse de noche en las regiones polares. La aurora boreal se presenta 200 días al año en Laponia, aunque no siempre sea visible y nunca pueda observarse durante la época del sol de medianoche.

Patricia Álvarez es otra dominicana que conoce de cerca las maravillas de este exótico destino. Cuanta que ha tenido el chance de ir en dos ocasiones al lugar. La primera fue cuando tenía 15 años. En el 2014 con 30 años, un esposo y dos hijas mellizas, de cinco años, volvió para que sus pequeñas vivieran la magia que caracteriza el pueblo de Santa.

“En la primera oportunidad, fui con mis padres a un viaje por mis 15 años. En esa ocasión lo viví a plenitud, pero noté que mientras más pequeño vas, más mágico resulta el destino. Por eso decidí llevar a mis hijas bien pequeñas para que se perdieran en un pueblo que parece no ser real. Es algo indescriptible, de verdad hay que vivirlo para poder sentir lo que allí se siente”, comenta Patricia.

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