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La insuficiencia renal y la anemia

El hematocrito disminuye desde que la FG (Filtración glomerulal) alcanza valores menores al 30% y los valores séricos de creatinina oscilan entre 2 a 4 mg/dl cuando hay problema renal. La anemia empeora a medida que la enfermedad renal progresa, pero hay bastante variabilidad entre pacientes. La anemia es normocitica, normocrómica y con bajas cuentas de reticulocitos. Las cuentas de leucocitos y de plaquetas son normales; sin embargo, en estas últimas hay trastornos cualitativos de la función plaquetaria que se manifiestan clínicamente por prolongación del tiempo de sangrado y en algunos casos por la aparición de episodios de sangrado.

La causa primaria de la anemia, de la insuficiencia renal crónica es la reducción en la síntesis de la eritropoyetina (EPO) por el riñón. La EPO es una glucoproteína (peso molecular de 35 Kd) que se produce en el hígado fetal y en el riñón adulto como respuesta a un descenso en la presión parcial de oxígeno tisular. La EPO se une a un receptor de las células eritroblásticas, lo cual activa el mecanismo que trasforman a estas células en normoblastos y después en eritrocitos maduros.

La anemia por lo general estimula la producción endógena de EPO, que en los pacientes renales crónicos no se encuentran debido a la reducción en la masa funcional del riñón. A pesar de que estas hormonas ya se han clonado, su sitio de producción permanece incierto; se han popuesto a las células endoteliales del capilar peritubular. El sensor renal de oxigeno es quizás una proteína hem que, en presencia de una caída en la llegada de oxígeno, sufre una transformación en su forma que induce un cambio en los niveles del RNA mensajero de EPO.

Además de la deficiencia de EPO existen otros factores que atribuyen a la anemia de la insuficiencia renal crónica:

ï Disminución en la vida media promedio de los eritrocitos.

ï Resistencia a la EPO por la presencia de toxina urémicas no identificadas o la presencia de fibrosis de la medula ósea por hiperparatiroidismo secundario.

ï Anemia hemolítica microangiotipática que se vincula al síndrome urémico hemolítico o hipertensión maligna.

ï Deficiencia en hierro por pérdida de sangre o tomas repetidas de sangre.

ï La presencia de infecciones que no permiten el aprovechamiento de las reservas de hierro.

ï Deficiencia en ácido fólico, sobre todo en pacientes en diálisis.

La disponibilidad en el mercado de la EPO recombinante humana ha revolucionado el tratamiento de los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal. La EPO posee unas típicas respuestas dosis-dependiente que corrige la anemia en la mayoría de los enfermos con insuficiencia renal. La corrección de este síntoma ha permitido resolver una serie de manifestaciones de la enfermedad que antes se consideraban secundarias a la uremia per se.

Hilda Lafontaine de la Fundación Ashley Baquero

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