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Sociedad

Dan esperanza a pueblo olvidado

Cultivo. Niños y niñas cosechan los primeros vegetales del proyecto “El huerto de mi casa”.

Cultivo. Niños y niñas cosechan los primeros vegetales del proyecto “El huerto de mi casa”.

El encuentro con la flauta ha hecho de Fabio Paredes Simón, de once años, un niño diferente. El pequeño es solo uno de los cerca de 400 niños beneficiados por la labor que realiza el Centro para Educación, Salud y Medio Ambiente (Cepesamam) en el municipio Mella, de la provincia Independencia.

Gracias a la entidad, los niños pueden canalizar sus energías y descubrir sus habilidades a través del deporte, la música, el teatro, la danza, la literatura, la protección al medio ambiente y el cultivo de hortalizas.

El alma y fundadora de esta institución que lleva esperanza a las comunidades de Mella, Japón, Proyecto, Colonia y Angostura es Hilda Pichardo.

Origen Todo comenzó hace dos años, cuando Pichardo regresó a Mella, el pueblo del que había salido con apenas once años. El estado de abandono y desolación de sus residentes causó en ella un gran impacto y decidió trabajar hasta lograr un cambio en la mentalidad y la economía de las personas que allí viven.

“La mejor forma de lograr un cambio profundo y verdadero es trabajar con los niños, inculcarles valores, cambiar su mentalidad de pobreza y la única vía es educarlos a través de los deportes, el arte, la cultura”, cuenta Pichardo, propietaria de una clínica de medicina alternativa en Nueva York.

El trabajo ha comenzado a dar frutos, asegura. “El principal logro hasta ahora -afirma- es la integración de los lugareños en un trabajo comunitario, la unificación de la comunidad, la escuela, maestros y niños, persiguiendo un mismo fin, un mejor futuro para todos”.

El Cepesamam no cuenta con un local apropiado. Una gran enramada que pertenecía a Dulce María Vargas, la madre de Pichardo, se ha convertido en la casa de cientos de niños y niñas de entre cinco y trece años, ansiosos por encontrar en qué ocupar su tiempo.

“Lo mejor es que hemos sacado a los niños de las calles”, dice la filántropa y naturópata.

PROGRAMAS DEL CEPESAMAM La labor de Hilda Pichardo en favor de su pueblo, Mella, requiere de recursos, por lo que recientemente organizó en Nueva York un evento para recaudar fondos para sostener y ampliar los programas del Cepesamam: proyección de películas educativas, el programa “Préstame un libro”, que fomenta en los niños el amor por la lectura; “El huerto de mi patio”, a través del cual se siembra el patio de la casa de los pequeños con el vegetal que ellos decidan y al recoger la cosecha los frutos son compartidos entre las familias; equipos de béisbol, grupos de danza, canto, música y escritura de cuentos.

Pichardo trabaja desde Nueva York y viaja dos veces al año a República Dominicana para dar seguimiento al trabajo del equipo.

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